(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El sábado pasado se disputó un partido de fútbol femenino entre el Terrassa B y la EF Viladecavalls finalizó de la peor manera, a los 75 minutos.  En las mismas instalaciones, los jugadores veteranos que calentaban les profirieron insultos sexistas. Debido a esto, el club condenó los hechos y abrió una investigación.

Mientras las jugadoras festejaban un gol, parte del equipo les pidió que dejaran el campo de juego. Según explica la árbitra Alexia Mayer en el acta del encuentro, el partido "tendría que estar suspendido, no se tendría que estar jugando", según los hombres.

Cuando las jugadoras se acercaron para reprocharles su actitud, comenzaron los insultos machistas. Que se vayan a la cocina, a fregar, les gritaron. Además, les dijeron que eran "unas mierdas y unas cerdas".

Luego de la suspensión, las jugadoras de los dos equipos se sentaron en el césped y desplegaron pancartas que decían: "Orgullosas", para evitar que se juegue el partido de los hombres. Además, la capitana del equipo rival, destacó la unidad al momento de manifestarse y aseguró que viven con "impotencia y rabia" que se hable más de la pelea y se olviden los insultos.

Por su parte, el club Terrassa emitió un comunicado en el que explica que sus "valores están muy alejados de la imagen que se dio", y convocó a representantes y responsables de los equipos para aclarar los hechos y determinar si se establece alguna sanción.