(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Manu Ginóbili y Luís Scola se fundieron en un abrazo interminable luego de la heroica victoria ante Francia, para desahogarse en lo que fue un partido tremendo y de mucha fricción.

Así como juntos en la cancha llevaron a la Selección Argentina a la gloria, esta vez lo volvieron a hacer pero en distintos roles. Scola tomó el fierro caliente como capitán y se visibilizó como figura absoluta del equipo. Del otro lado, Ginóbili pasó a ser la figura espiritual y embajadora del equipo.

Tras un partido plagado de mucha estrategia, concentración y dinámica, el final fue para desahogarse y llorar sin parar. Tal es así, que Luís decidió ir directo a abrazar a su ex compañero y gran amigo de la vida. Tal fue este abrazo del alma, que ninguno pudo contener las lágrimas.