(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Lo que parecía una decisión tomada, hoy se encuentra en duda. El Gobierno reevalúa la decisión de llamar a sesiones extraordinarias, lo que provocaría la demora de la ley contra los barras.

Emilio Monzó estuvo el jueves en la reunión de Gabinete que encabezó el presidente y transmitió las conversaciones que mantuvo con distintos referentes de la oposición y generó dudas: expuso ante el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la conveniencia de que el Gobierno desista de convocar a sesiones extraordinarias.

Según informa Clarín, Macri evalúa el impacto que podría tener un revés político anticipado en el inicio del año electoral.

Si bien Monzó advirtió sobre el riesgo de intentar avanzar con este tema y que la oposición no concurra al llamado del Ejecutivo y no se pueda llegar al quórum que se necesita para sesionar. Sin embargo, un sector del Gobierno insiste en que ese posible escenario puede servir para exponer a la oposición que no quiera debatir.

Cabe destacar que uno de los temas que se iban a tratar en sesiones extraordinarias es la ley anti barras y, que Guillermo Madero y Patricia Bullrich habían afirmado que la orden del presidente era tratarla pronto. Macri ya había intentado aprobarlas en diciembre, luego de los incidentes en los alrededores del partido entre River y Boca en el Monumental. 

En diciembre se aprobó en general, pero fue devuelta a comisiones porque no había acuerdo en dos puntos que se debían reformar: las penas por entregar entradas a los barras, que ahora quieren que sean de tres años o más y el artículo que prohíbe a funcionarios públicos a formar parte de las Comisiones Directivas de los clubes. "Nosotros creemos que uno de los problemas más grande que tiene el fútbol es la injerencia fuerte de la política", había expresado Madero en diálogo con Doble Amarilla.