Niven, uno de los cuatro chicos que viajaban en la Volkswagen Surán junto a Lucas González, relató con lujo de detalle cómo acontecieron los hechos que terminaron en el asesinato del juvenil de Barracas Central. Contó que el personal policial cruzó un auto, se bajó del mismo apuntándolos y nunca se identificaron. Dispararon "por lo menos cinco veces".

"Nosotros pensamos que nos venían a robar, que eran delincuentes. Bajaron con pistolas y lo único que pensas es que te vienen a robar. Ni siquiera dieron la voz de alto, el auto no decía nada, no tenían chalecos. Bajaron y lo primero que hizo el que manejaba fue escapar, lo que haría cualquiera. Yo agaché la cabeza y cuando me levanto veo que Lucas tenía el disparo en la cabeza", empezó relatando el joven.

Niven fue protagonista de una escena de terror. "Habíamos terminado de entrenar hacía no más de cinco minutos. Agarramos el auto, compramos el jugo con los chicos y en el primer semáforo en rojo pasó todo", contó.

Con respecto a la copia de plástico de un arma de fuego que apareció en el vehículo, expresó: "Nosotros no teníamos una réplica de un arma en el auto. Eso seguro lo pusieron. A los chicos los detienen, los ponen boca abajo y les piden que no miren ni graben".

Por último, Niven explicó que no se le tomó declaración legal. Fue una psicóloga la que lo interrogó y, según contó el joven, le hizo creer que le había tomado declaración. Todo se dio en un instituto de menores donde Niven, tras el aberrante hecho, debió pasar la noche.