(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Ecuador vive horas complicadas y tristes. Hace nueve días, el presidente Lenín Moreno decretó el Estado de Excepción debido a las protestas que tuvieron lugar en las calles por el alza en el precio de los combustibles. El incremento se dio como consecuencia de un decreto firmado el 1 de octubre.

La firma del decreto provocó la eliminación de los subsidios al diésel y a la gasolina "extra". Debido a eso, el precio quedó sujetado a los valores internacionales, provocando un importante aumento en el precio en dólares.

El decreto fue lo último de una serie de medidas económicas anunciadas por el Gobierno de Lenín Moreno en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Como resultado, hubo manifestaciones y enfrentamientos con la policía en Quito. Lejos de apaciguar la situación, el caos social continuó aumentando con el correr de los días.

Ayer a las 15 horas, Lenín Moreno anunció el Toque de Queda y la militarización de Quito. Por estas horas, las protestas han dejado 6 muertos y 937 heridos en Ecuador, donde se desarrolla la Copa Libertadores femenina que debió suspender su jornada de ayer.

Para conocer la situación de primera mano, Doble Amarilla se puso en contacto con Lucas Kintto, escritor, periodista y político uruguayo-ecuatoriano radicado en Ecuador. En diálogo con este portal, el ex vicecanciller del país actualmente presidido por Moreno, de amplísima trayectoria política,  expresó que "es la represión más brutal en 30 años".

LA ENTREVISTA COMPLETA, A CONTINUACIÓN:

- DOBLE AMARILLA: ¿Cuál es el panorama actual?

- LUCAS KINTTO: En las últimas horas, hubo un intento de diálogo directo entre el presidente Lenín Moreno y la dirigencia indígena. Los dirigentes indígenas aceptaron, pero con determinadas condiciones. Mientras tanto, las movilizaciones siguen en todo Quito y gran parte del país. Desde las 15 horas de ayer, se amplió el Toque de Queda, el Ejército copó las calles de Guayaquil y Quito. Por tanto, el clima de rebelión, de movilización y de indignación en la gente sigue, más allá del Toque de Queda y de la represión que ha habido. Hay un contagio de la indignación, ya son 6 los muertos, el último por francotiradores. En lugar de crear miedo en la población, se crea indignación, con lo cual los enfrentamientos se amplían. La situación no cambia y se está radicalizando, más con el Ejército en las calles.

- DA: ¿De qué se trata precisamente el decreto que se busca derogar?

- LK: Lo primordial es que elimina el subsidio a los combustibles que existe hace décadas en Ecuador. El Decreto tiene importancia simbólica y real. Simbólica porque brinda el combustible a sus ciudadanos a un precio que no es el internacional. Real porque, al eliminar el subsidio, empiezan a subir las tarifas del transporte público y suben las tarifas para los pequeños campesinos que deben transportar sus productos hacia los mercados en la ciudad. Todo eso golpea a la gente. Si bien hubo varias medidas antes y después del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, esta es la medida que colma el vaso y genera más indignación, que crece con una represión que no se había visto en 30 años en Ecuador. Es un cúmulo de cosas. Si no se deroga el Decreto, va a ser muy difícil conversar. Es un momento complicado para dialogar.

- DA: De derogarse el decreto, ¿cree que puede volver la calma en el corto plazo?

- LK: El problema es que el presidente mostró intención de dialogar de manera muy tardía. El pedido, entonces, se radicalizó. Si bien en un principio se pudo haber dialogado, hoy la situación política del presidente es muy compleja, está prácticamente entre la espada y la pared; si no anula el decreto, es muy difícil que regrese la tranquilidad. Si lo hace, los sectores del capital que lo sostienen pueden hacer que se caiga. En el pasado, en los 90' o en el 2000, los presidentes se veían acorralados y renunciaban o los hacían renunciar para no llegar a grandes enfrentamientos. Además, el Ejército y las Fuerzas Armadas no aceptaban llegar a esos enfrentamientos. Ahora llevamos 6 muertos, la situación es más compleja y se fue de las manos. Con el Toque de Queda, además, empezó la represión a la gente que se estaba movilizando pacíficamente por la calle. Eso creó una conmoción y una reacción de indignación mayor a la existente, por eso es difícil salir de esta realidad.

- DA: ¿Piensa que puede llegar a haber un adelantamiento de las elecciones inclusive?

- LK: Si logra sortear las movilizaciones y se detienen en los siguientes días, podría sostenerse el Gobierno, aunque con una debilidad total. En los próximos meses, puede haber más movilizaciones. Va a ser complejo sostenerse hasta el fin de su mandato, que es hasta las elecciones de febrero de 2021. De seguir la movilización, la única salida es llamar a elecciones para el Ejecutivo y el Legislativo. En otros momento, se han encontrado soluciones de lo más variado: a Abdalá Bucaram (que gobernó entre el 10 de agosto de 1996 y el 6 de febrero de 1997) se lo destituyó por "incapacidad para gobernar", por ejemplo.

- DA: ¿Qué valoración hacen los sectores que lo apoyan?

- LK: Los sectores que apoyan al Gobierno empiezan a cansarse porque empieza a transformarse en un problema. A los sectores financieros y a los grandes exportadores e importadores, Moreno les prometió privatizar las empresas hidroeléctricas y telefónicas, en las que participarían ellos. Por eso lo sostienen, de otra forma no se explica, porque el país está paralizado.

- DA: ¿Hay desabastecimiento y dificultades para acceder a productos básicos?

- LK: Hay dificultades sobre todo en las ciudades más pequeñas y medias como Cuenca, donde están cerradas las carreteras. En Quito, no hay un gran desabastecimiento. En algunos barrios hay, pero los grandes supermercados no tienen problema. Ha habido una locura de la gente de comprar cosas en los supermercados grandes. Eso sí, en los mercados populares hay cierto desabastecimientos porque los productos agrícolas no están llegando, ya que la mayoría son producidos por pequeños y medianos productores, muchos de los cuales están en paro. Ahí está el desabastecimiento principal.