La de Delfina Pignatiello es una decisión que sorprende pero no tanto, sobre todo para aquellos que estaban cerca de ella. Es que tras su explosión en los Panamericanos de Lima 2019, su exposición creció muchísimo con solo 19 años y como lamentablemente siempre pasa en estos casos, tuvo muchísima gente que la adoró y acompañó por su entrega y valentía a tan corta edad, pero también mucho hater, que le criticaba todo. Y si ese tipo de situaciones hacen mella en una persona más aplomada y de más edad, imaginen a una joven que recién tenía sus primeras grandes apariciones públicas.

"Tomé la decisión de hacer un paso al costado del alto rendimiento y la competencia", confesó la ex nadadora, que ahora seguirá con su carrera como fotógrafa.

En mayo de 2020, en plena pandemia azotando a nuestro país y al mundo, habló sobre la sexualización de su cuerpo tras comentarios agraviantes en un vivo de Instagram en el que se mostró entrenando: “Bancarse los chistes y el hate (odio) en las redes es una cosa, pero a la sexualización sí hay que ponerle freno. Hay un límite”, escribió la nadadora en su cuenta de Twitter, en la que la siguen más de 100 mil personas. En Instagram -donde supera el medio millón de 'followers’- publicó una historia en el mismo sentido: “Recibí una gran cantidad de comentarios ofensivos en el vivo de hoy. También hubo comentarios en vivo sexualizándome y no me lo merezco. (No pude bloquearlos en el momento porque estaba entrenando). Una vergüenza y me siento decepcionada. No sé si seguiré haciendo vivos y menos entrenando. Gracias a todos los que me bancan y apoyan siempre”, dijo en aquel momento.

A fines del año pasado, la nadadora participó de una charla TEDxRiodelaPlata donde brindó varias confesiones, ya que habló de la salud mental de los deportistas y las presiones que sufrió antes y durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (disputados en 2021 por la pandemia): “Después de 9.000 horas de entrenamiento, más de 3.000 zambullidas, cientos de carreras, varias medallas de oro, toco la pared en Tokio 2020 y me doy cuenta de que no hice el tiempo que quería ni terminé en la posición que soñaba y en lo único que pensé en ese momento en qué me iban a decir en las redes sociales ¿Cómo podía ser que lo que más me importara iba a ser la mirada de un montón de personas que no conocía?”, comenzó diciendo. "Cuando finalmente llegué a mi sueño, a un Juego Olímpico, terminé inmersa en una guerra en las redes sociales donde me atacaban sin impunidad detrás de un perfil en Internet (voz quebrada), donde me llegaron a decir fracasada de mierda y lo peor es que me lo creí”, cerró, ante la atenta mirada de los presentes. Vale recordar que incluso llegó a cerrar sus redes sociales ante el hostigamiento que tenía: en ellas, la seguían casi 800 mil personas entre Instagram y Twitter.

Hace algunos meses, el rumor de su retiro cobró fuerzas. Fernando Cicutti, periodista de TyC Sports, contó qué "Delfina no nada hace meses y que ha dejado el deporte en la alta competencia".

Tweet de doble amarilla

Para cerrar, en su posteo alentó a no solo perseguir los sueños de cada uno, sino "animarse a patear tableros y arrancar un nuevo juego".