(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El juez Luis Carzoglio habló con el medio Gente de Derecho y se refirió a la denuncia que realizó ante los "aprietes" del gobierno anterior para meter preso a Pablo Moyano. "Me vinieron a ver y fueron muy claros en que Macri estaba obsesionado con su detención", expresó el magistrado.

"Me vinieron a presionar para que resolviera el expediente de Pablo Moyano de determinada forma, con un ofrecimiento económico que deseché. Pedí hablar con Macri para decirle que él solo no podía manejar este país. Recibí presiones mediáticas a través de Clarín, La Nación, Majul, Feinmannn y el resto. Luego Di Pascuale y Destéfano me vinieron a ver y fueron muy claros en que Macri estaba obsesionado con la detención de Pablo Moyano. Incluso me mandaron un borrador de detención. Luego llegaron amenazas", decretó Carzoglio.

A su vez, marcó que decidió presentarse como querellante "y seguir con esto hasta el final". "Hay indicios de tareas de inteligencia en mi Juzgado para obtener datos personales míos, pero veremos qué pasa la semana que viene. Siento que vivo en un país que urgente necesita una revolución moral. Tengo que pagar un precio un poco caro pero no importa, seguimos", expresó.

Por último, señaló que "había un tema político" contra los Moyano, porque podían ser un "obstáculo a los planes de Macri". "Era una persona molesta para el régimen. Se hicieron cosas que no corresponden y que no deben volver a ocurrir en este país. Quisieron denigrarme, pero se encontraron el problema de que jamás me iban a encontrar un acto de corrupción", subrayó.