(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El año arrancó con una inesperada escalada de violencia. Estados Unidos asesinó en un ataque aéreo al General iraní Qasem Soleimani, en un bombardeo aéreo ocurrido en el Aeropuerto de Bagdad, por orden de Donald Trump.

Con el hecho consumado, Irán pide una "dura venganza", Irak, país dónde ocurrió el ataque, lo considera que se trata de una "violación flagrante" de su soberanía. Mientras, el Reino Unido solicita "rebajar la tensión" y el líder chií de los iraquíes reclama "moderación y sensatez". Además, Trump eligió tuitear una bandera de Estados Unidos. 

La situación puso en alerta a todo el mundo y no es una mera frase. Es que lo sucedido pinta un panorama de temer en los próximos días y semanas, habrá que ver a qué se refiere Irán con "dura venganza", para un hecho que también despertó fuertes críticas en Estados Unidos. 

"Doble Amarilla" pudo saber con fuentes de la FIFA que el organismo activó un "protocolo de seguimiento" al igual que lo hizo el COI y la AFC. ¿Qué implica ese protocolo? Que pasa a ser "un tema de interés". Además, hoy existe una tensión entre Irán y la FIFA que obedece a que el organismo intervino para que las mujeres puedan ir a los estadios.

En la FIFA el alerta también tiene que ver con que el próximo Mundial, a jugarse en algo menos de 2 años es en la región, en Qatar. El COI por su parte, desarrollará este año los Juegos Olímpicos en Tokyo, una cita multinacional. En tanto que la Federación Asiática encendió todas sus alarmas, al tratarse de un tema que involucra a varios de sus países. 

La máxima autoridad de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha culpado del ataque en un comunicado publicado por medios oficiales persas a la "gente más cruel de la tierra" del asesinato del "honorable" comandante que "luchó valientemente durante años contra los males y los bandidos del mundo".

"Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimani y de otros mártires deben esperar una dura venganza", agregó el líder, que ha declarado tres días de luto en el país. 

Irán ha convocado este viernes a un responsable de la Embajada de Suiza, que representa los intereses de Estados Unidos en ese lugar, ya que entre ambos países no existen relaciones diplomáticas. Al mismo tiempo, el presidente iraní, Hasan Rohani, prevé también represalias por la muerte del general: "Sin duda, la gran nación de Irán y otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal Estados Unidos". 

Mientras, el líder espiritual chií de Irak, el gran ayatolá Ali Sistani, ha condenado el ataque, pero también ha pedido contención a los implicados. “El brutal ataque es una violación insolente de la soberanía iraquí y de los acuerdos internacionales. Ha matado a varios comandantes que derrotaron a terroristas del Estado Islámico”, explica Sistani en un comunicado. “El país se dirige a tiempos difíciles. Pido a todas las partes implicadas que se comporten con moderación y actúen con sensatez”, concluye el líder.

La embajada de Estados Unidos en Bagdad, que el martes fue asaltada por una turba proiraní, ha instado este viernes a sus ciudadanos a irse de Irak "inmediatamente". La cancillería recomienda a los estadounidenses en Irak a irse "en avión mientras sea posible", ya que el bombardeo tuvo lugar en el aeropuerto de Bagdad, o "hacia otros países por vía terrestre". "Los principales pasos fronterizos de Irak llevan a Irán y a una Siria en guerra, aunque también hay otros pasos hacia Arabia Saudita y Turquía", destaca "El País" de España.

Por su parte, Rusia, afirmó que lo sucedido "conducirá a un aumento de la tensión en toda la región" y destacó que el hombre asesinado "se dedicó a defender los intereses nacionales de Irán". También, en el comunicado, Rusia expresa "sinceras condolencias al pueblo iraní".

En Estados Unidos el tema también generó voces contrarias. La presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, denunció que el ataque se realizó "sin consultar al Congreso" y destacó que el ataque "amenaza con provocar una peligrosa escalada de violencia" y completó: "Estados Unidos, y el mundo, no pueden permitirse que las tensiones aumenten hasta el punto de no retorno".