La familia de Daniel Passarella se pronunció públicamente luego de una ola de especulaciones sobre el estado de salud del 'Kaiser' y confirmó que actualmente sufre "un estado de tristeza con signos de depresión" post pandemia del coronavirus.

En los últimos días circularon varias versiones en las que aseguraban que el ex defensor central campeón de mundo con la Selección Argentina en 1978 padecía las secuelas de dos enfermedades neurodegenerativas: Alzheimer y mal de Parkinson.

También se informó que el expresidente de River suele salir acompañado de paseo por las inmediaciones de su casa, ubicada en Lomas de San Isidro, o hacia Chacabuco, donde vive su hijo Lucas, para evitar que pierda la orientación.

Ante la ola de versiones, la familia de Passarella decidió brindar un breve comunicado oficial aclarando la situación del exmarcador central. En principio, negaron que sufra enfermedades como párkinson, ELA o alzheimer, entre otras.

El comunicado oficial de la familia de Daniel Passarella
El comunicado oficial de la familia de Daniel Passarella

"Daniel está atravesando sólo un estado de tristeza con signos de depresión a raíz de la situación vivida durante la pandemia. Las circunstancias de haber estado alejado de sus amigos y de su actividad habitual, aunado a su problema de sordera contribuyó a aislarlo mucho más, perjudicando su estado de ánimo de manera esporádica", manifestaron.

Sobre el cierre, aclararon que el 'Kaiser' "tiene el apoyo incondicional de su familia para su pronta recuperación". "Pedimos a los medios que no perjudiquen con más noticias no corroboradas a Daniel y a nuestra familia", concluyeron.

Passarella, que aguarda por la sentencia del juicio por malversación de fondos y formación de grupos violentos, ya no es el mismo: "Ya no es más el Passarella que conocimos, ahora es otro Daniel", manifiestan sus amigos. 

Passarella, de 69 años, dirigió por última vez en 2007 a River. El 'Kaiser' inició después su carrera como dirigente y fue electo presidente del club "Millonario" en diciembre de 2009. El descenso del club a la B le provocó una condena social de los hinchas de River que lo hizo alejarse de la actividad (y del estadio Monumental) una vez que terminó su gestión en 2013.