Pablo Vicó es uno de los personajes más extraordinarios que dio el ascenso argentino. Una verdadera historia de resiliencia, coraje para sobreponerse en momentos adversos y una humildad necesaria para contener los momentos de éxito.

Apodado 'Don Ramón', por su parecido con el personaje que hacía Ramón Valdez en 'El Chavo', el director técnico de Brown de Adrogué lleva más de dos décadas entrenando al club y, cada año que pasa, se ve con más chances de poder ascenderlo a Primera.

Desde hace 24 años forma parte de Brown de Adrogué y hace más de 14 que se hizo cargo del primer equipo. Y, como si fuese poco, el club es literalmente... ¡su casa! Vive en una habitación de 20 metros y confiesa que "necesita estar cerca", porque uno de sus mayores miedos es la "soledad". 

No obstante, no todo es color de rosas. En 2015, su hijo Cristian falleció producto de un accidente automovilístico y es su faro para seguir adelante. El DT cuenta que tiene una foto suya en la habitación la cual le da fuerzas para no bajar los brazos.

En una charla con Doble Amarilla reveló que sueña con dirigir en la máxima categoría, contó cuáles son sus objetivos y aseguró que todavía le quedan cuentas pendientes en el deporte. 

Doble Amarilla: ¿Quién es Pablo Vicó?

Pablo Vicó: Un ser humano que trata, cada día, de superarse y ser mejor persona. No sólo de palabra, sino de demostrarlo con hechos. Ser cada día mejor persona y luchar por un objetivo: tener un buen laburo.

DA: ¿Qué significa Brown para vos? 

PV: Brown de Adrogué es mucho en mi vida. Me enseñó a darme la oportunidad de dirigir la primera división... pasé por todo antes de establecerme en la primera. Estoy agradecido de por vida a Brown. Me enseñó a compartir. 

DA: ¿Te imaginas una vida sin Brown?

PV: Y... es muy difícil imaginarme una vida sin Brown. Dejaría sólo a Brown para dirigir en primera A. Una vida sin Brown es muy difícil. Hace 24 años que estoy acá, sería un gran dolor si no fuera por un motivo especial.

DA: ¿Qué es el fútbol para Pablo Vicó?

PV: Es un trabajo más, el cual tengo que prestar mucha atención. Los partidos se ganan, se pierden o se empatan. Hay que ser inteligentes y aprovechar el momento, para lograr el objetivo que es ganar.

DA: ¿Cuánto cuesta mantenerse 14 años en un mismo equipo? 

PV: No sólo pasa por mi... Pasa por un loco como el presidente, Adrián Vairo, que siempre me bancó. A mi y a mi cuerpo técnico, que trabaja a full, queriendo superarse día a día. Y sabiendo que todo llega. Hay que darle tiempo al tiempo, pero todo llega. Por eso Brown está donde está. 

DA: ¿A qué le tenés más miedo?

PV: A la soledad. Le tengo mucho miedo. Después de mi desgracia, me encanta estar acompañado de buena gente. Eso me da tranquilidad y paz a mi alma.

DA: ¿Con qué soñás? 

PV: Ojalá Dios me diera la posibilidad de ascender con Brown a la máxima categoría. Sería algo tan lindo...

DA: ¿Te arrepentís de algo? 

PV: No, para nada. A lo mejor, en algún momento, por haber jugado sin haber conocido bien a la persona... Y después digo, pucha, me equivoqué. Por eso ahora primero quiero conocer a la persona, antes que el jugador. 

DA: ¿Qué te falta por hacer en el fútbol?

PV: Ascender con Brown. Eso. Ojalá se dé en algún momento.