El "Beto" Acosta dialogó en exclusiva con Doble Amarilla tras cumplirse un nuevo aniversario de la última conquista de la Selección Argentina: la Copa América de 1993. "Fuimos muy felices", comentó.

- DOBLE AMARILLA: A 28 años... ¿Qué sensaciones te quedan de esa Copa América? 

- ALBERTO ACOSTA: Las sensaciones siguen siendo increíbles. Fue muy importante para todo un país ganar una copa de visitante. A medida que van pasando los años uno le da cada vez más importancia, más cuando se ha logrado el último título en el 93'. Cuesta creer que hayan pasado tantos años y Argentina no haya podido obtener otro título a nivel selección mayor. Para mi y para los muchachos, ese título fue increíble. 

- DA: ¿En qué momento se dieron cuenta de lo que lograron?

- AA: No fue nada fácil ese torneo, esa Copa América porque se lograron triunfos muy, pero muy importantes. En los cuartos de final y en las semis, ganamos por penales. Fue muy ajustado. Incluso la final fue muy difícil, con un rival que no conocíamos bien, como México. No fue similar a la Copa América del 91', que se ganó con mucho fútbol. Esta fue muy peleada, pero Argentina mereció esa copa

- DA: ¿Qué es lo que más recordás de ese plantel? 

- AA: Teníamos nombres importantísimos... de muchísima calidad. Una columna vertebral con Goyco, Ruggeri, Simeone, Redondo, Batistuta... Sin dudas éramos todos muy parejos, un grupo de hombres que jugábamos en el país. Eran muy pocos los que andaban por el exterior. Fuimos un grupo muy unido. 

- DA: ¿Alguna anécdota? 

- AA: Tengo muchos recuerdos, era un grupo muy unido. La cantidad de horas que pasamos en Filanbanco, donde concentrábamos, en un predio muy lindo, no existían los celulares. Sólo nos juntábamos mucho tiempo a tomar mate. Era la juntada más importante del día en las habitaciones. Había una comunión muy buena entre todos. Y, teniendo al gran masajista Galíndez, aprovechábamos el momento de masajes. Siempre le hacíamos alguna que otra cosa al "gran" Galínez, ja. 

- DA: ¿Siguen manteniendo relación entre ustedes? 

- AA: A medida que pasa el tiempo, uno se va alejando un poco de todos, por diferentes casos, trabajos... Algunos hemos seguido ligado al fútbol y otros no, pero con el grupo más cercano siempre uno sigue con relaciones. No hablar asiduamente, pero siempre que nos podemos encontrar en el fútbol o fuera, uno trata de recordar esos lindos momentos y, más cuando llegan las diferentes Copas Américas. Esperemos que éste sea el último año de recuerdos y se pueda ganar esta copa en Brasil. 

- DA: ¿Te imaginaste seguir ligado al fútbol después de ser jugador? 

- AA: Todo jugador, cuando deja el fútbol, piensa seguir ligado de una forma o de otra, como entrenador o ayudante de campo, como mánager. Siempre uno sueña con eso. En inferiores, en mayores, de alguna forma siempre. Sobre todo para transmitir la experiencia, que uno ha adquirido, a los más jóvenes. Eso es lo más importante. 

- DA: ¿Es muy distinto el mundo de la Selección y el de un club?

- AA: Sin dudas. El mundo de una Selección, donde están los mejores de cada país, a un club, es diferente. Jugar en la Selección es lo más grande que le puede pasar a cualquier profesional. Es el sueño que tenemos todos. Fui un afortunado de poder haber compartido vestuario con grandes jugadores en esa época.