(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Juan Román Riquelme rompió el silenció y se pronunció políticamente a favor de un gran consenso de las partes. Mencionó estar cansado de que se disputen el poder y los egos personales. Aclaró que para que Boca esté en lo más alto, tiene que ser una conducción de todos. 

El ídolo 'Xeneize' apareció nuevamente en la escena mediática. A un mes de las elecciones en el club, gambeteó a todos los espacios y llamó al consenso de las partes. En este gesto le dio un guiño, a su forma, al oficialismo liderada por Christian Gribaudo, con quien estuvo coqueteando en el último tiempo.

Lo que quiere Román es tener un lugar en el mundo del fútbol de Boca y luego de una postura muy crítica del oficialismo con Daniel Angelici, ahora adopta esta posición más de unidad, donde la oposición debería acercarse a la línea que actualmente lidera las riendas institucionales del club.

En diálogo con Fox Sports, explicó: "Estoy cansado de ver cómo se pelean y de cómo se disputan el Poder. ¿Cómo no me voy a enojar si pasa una cosa si le ganamos a River y otra si no le ganamos? Tenemos que estar todos felices cuando gana Boca y todos tristes cuando pierde Boca. Tenemos que estar todos juntos si queremos un club de verdad".

Riquelme tuvo conversaciones con todas las listas partidarias. Según pudo saber 'Doble Amarilla', en el último tiempo la cercanía estuvo del lado del oficialismo con el propio Mauricio Macri como interlocutor. En cuanto a la forma de lograr la unión, argumentó: "¿Beraldi con quién estuvo? Con Macri. ¿Ferrari? Con el oficialismo. ¿Ameal? Con el oficialismo. Entonces pueden estar todos juntos".

"Yo soy bostero y voy a morir bostero. No soy ni del Club Atlético Oficialismo, ni de la Oposición, ni de la Verdadera Oposición... como se hace llamar cada uno. Todos tenemos que pensar primero en Boca que, para mí, es el club más grande del mundo y de la Argentina, sin dudas", enfatizó el eterno 10.

En cuanto a una nueva eliminación con River, bancó a los jugadores: "Me siento muy orgulloso y le agradezco a los jugadores por haber jugado este partido. Yo no sé si me hubiera animado, existió mucha presión. Se decía que este partido definían las elecciones en el club. En cuanto al rival, hay que felicitarlo porque jugará una final difícil ante Flamengo".

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Por último, y siguiendo con el clima político y su posicionamiento, aclaró: "Si hay unión puedo pensar en ser presidente, en manager, en ser cualquier cosa".