(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Mateo Retegui es el nombre del gol en Estudiantes. El pibe, surgido en Boca, es, junto a Martín Cauteruccio las dos cartas poderosas que esgrime el 'Pincha' en la delantera con las que buscará lastimar al líder del torneo, River.

En el caso de Mateo, el partido es especial por más de una arista. La primera de ellas es que el delantero hijo del "Chapa" Retegui pertenece a Boca. Llegó a préstamo a La Plata por 18 meses en enero de 2019 y, en junio de 2020 se vencerá el vínculo y Estudiantes tendrá la opción de compra para quedárselo.

Cuando empezó como futbolista, Mateo se probó en River, club del cual es hincha, al igual que toda su familia. Jugó en inferiores, pero en novena quedó libre y decidió cambiar la N5 por el stick de Hóckey, llegando incluso a estar a las órdenes de su padre en las juveniles de Argentina. Pero cuando debió elegir entre uno y otro, apareció Boca y lo llevó.

Sus buenas actuaciones como delantero, aunque llegó como volante, lo hicieron ganarse un lugar en la Reserva de Rolando Schiavi y también alertaron a Guillermo Barros Schelotto, quién lo hizo debutar en la primera de Boca ante Patronato en La Bombonera. No fue el mejor de los debuts: se fue expulsado. Retegui, luego, no entró en los planes de Gustavo Alfaro y, en enero 2019, recaló en La Plata.

El destino quiere que Mateo, jugador de Boca e hincha de River, tenga la chance de amargar al equipo de su corazón y darle una mano al equipo dueño de su pase. En esta Superliga, Retegui fue de menor a mayor, pasó de ser "apuesta" a titular estable del elenco de Gaby Milito. Lleva marcados 4 goles en la actual Superliga -goleador del equipo-, incluido el gol(azo) para ganar el clásico de La Plata y un tanto para rescatar un punto en el Nuevo Gasómetro.

Para Mateo también será un partido especial por su historia familiar. Su papá, el ex DT de los Leones, ganador del Oro Olímpico en Río de Janeiro 2016, es fanático de River tanto como él. El del próximo domingo será un partido importante para toda la familia Retegui, porque Mateo puede afianzarse en Estudiantes, ayudar a Boca y amargar a su papá y a todo River y, quizás un poco, a sí mismo. Cosas del fútbol, claro.