El despido de Facundo Sava en 2016 se convirtió en un dolor de cabeza para Víctor Blanco, el presidente de Racing. Después de la salida de Diego Cocca en 2015, en enero de 2016 empezó el segundo ciclo de Sava como DT pero apenas duró cuatro meses, porque después de la eliminación de la Copa Libertadores en octavos de final contra Atlético Mineiro dirigió solo tres partidos más y lo echaron tras ganarle 2-0 a Temperley en la 16º fecha.

Aunque le pagaron hasta el último día trabajado, a Sava no le gustó el manejo y el destrato de los dirigentes empezando por Blanco, que lejos de mantener una línea de juego con la elección del entrenador, sostuvo a Claudio Úbeda como interino por dos semanas para ver qué resultados sacaba y finalmente contrató a Ricardo Zielinski, que también duraría cuatro meses. En total fueron 26 partidos dirigidos por Sava en Racing, con nueve victorias, once empates y seis derrotas.

Aunque a Sava le pagaron hasta el último día trabajado, él exige el pago de todo el contrato y reclama alrededor de $8.600.000 de los cuales dos millones son por daños morales. Por su parte, Blanco intenta incendiarlo públicamente: "Si lo va a donar al predio Tita me pone contento y arreglaremos rápido. Le ofrecimos más de lo que corresponde y se negó". El entrenador, que le delegó la situación a sus abogados,  visitará nuevamente el Cilindro de Avellaneda este sábado cuando Tigre se enfrente contra Racing. En el equipo de Victoria, Sava debutó con una victoria dramática por 4-3 contra San Lorenzo y ahora se le viene un partido muy especial: contra el club del que es hincha, pero que lo dirige un presidente que lo contrató y despidió a los cuatro meses.