(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Nueve años tenía Valentín Vada la primera vez que pisó Francia. El joven prodigio de las inferiores de Newell's llegaba a Francia en el marco del programa "Proyecto Crecer". Cuando cumplió 15 años se instaló definitivamente en esa ciudad, con sus padres y dos hermanos. Le faltaban tres años para fichar legalmente por cualquier club europeo. Por eso, la FIFA no lo habilitó en aquel momento.

Hoy, Vada tiene 22 años y empezó su camino en la Primera del fútbol francés. Hasta que tuvo 13 años, lo comparaban con un tal Lionel Messi. Su camino, su caso, la decisión de la FIFA y la decisión del TAS trazaron un antes y un después en las transferencias de jugadores menores en el fútbol mundial. Y fue uno de los argumentos que hicieron fracasar la presentación de Vélez en el Caso Garré. 

¿Por qué FIFA no lo habilitó? En mayo de 2011, la FIFA le denegó la licencia para jugar por el artículo 19 del Reglamento FIFA referente a la transferencia de jugadores menores. El mismo marca que las transferencias de menores de 18 años sólo son posibles si se cumplen algunas de estas tres cuestiones. 

1. Que el traslado de la familia del menor al nuevo país no sea por razones vinculadas al fútbol. Imaginemos el caso de una familia uruguaya que viene a Sevilla a trabajar. Si años después uno de los hijos despunta y firma en la cantera sevillista, se le otorga licencia porque es evidente que esa familia no se ha trasladado de país por cuestiones inherentes a la carrera futbolística de un menor de edad.

2. Que el traspaso sea en Europa y el jugador tenga entre 16 y 18 años. Además el nuevo club se tendrá que hacer cargo de la educación, mantenimiento, etc.

3. Que aunque sean de países distintos, haya 100 kilómetros entre donde reside y donde juega. Así, por ejemplo, un menor de edad nacido y residente en San Remo (Italia) puede firmar por el Niza (Francia) ya que entre ambas ciudades hay poco más de 50 kms.

En aquel 2011, Valentín no cumplía ninguna de las tres y no tenía más de 18 años. El elenco francés y la familia Vada se intentaron acoger a la excepción del artículo 19.1. Pero el TAS, en diciembre de 2011, falló contra jugador y club, confirmando la resolución denegatoria de la licencia. Entre los argumentos que el TAS utlizó para desarticular esa idea, estuvo el hecho que al padre “le habían buscado trabajo” y que sólo ganaba €1.300. Y ese dinero no daba para pagar piso en Burdeos y manutención de los cinco de la familia por lo que era evidente que se mudaron a Francia por cuestiones meramente futbolísticas.

La historia continúo en marzo de 2012, un día después que Valentín cumpliera los 16 años. Ese día, el jugador y el club firmaron el “Convenio de Formación” en el cual quedaba claro que la institución le otorgaba estudios, alojamiento y manutención. El mismo finalizaba en junio de 2014, momento en que Vada ya podría firmar su contrato, ya que contaría con más de 18 años.

Luego de la firma del "Convenio...", vuelven a solicitar el tránsfer, pero ahora en base a la excepción del artículo 19.2.b) del Reglamento FIFA. Primero, el club buceó en la historia de Vada y le buscó un antepasado italiano para poder "europeizarlo" del todo. La FIFA tampoco se "tragó" esta maniobra y dejó en claro que, en lo que a FIFA respectaba, el jugador todavía jugaba en Argentina y el traspaso era Argentina-Francia y, por tanto, fuera del pleno ámbito europeo.

Ante esta negativa, el jugador y club recurren al TAS y, el mismo le da la razón, le concedió la licencia basado en interés del menor, garantías e, incluso, se cita el caso del paraguayo Acuña, que fichó por el Cádiz cuando tenía 15 años. La sentencia, referida al caso 2012/A/2862, se conoció el 11 de enero de 2013. En 2014, el jugador firmó su primer contrato profesional, con una extensión hasta julio de 2017.

Valentín Vada empieza a despuntar en el Girondins de Burdeos. En las inferiores del club galo, se destacó por ser un delantero rápido y habilidoso. Hincha fanático de Boca, sueña con jugar en La Bombonera y en la Selección Argentina.

En una nota que publicó AFP, en 2017, Vada abrió su corazón: "Hay todavía momentos en los que me pregunto si hice bien viniendo a Europa. He pasado momentos difíciles con los jóvenes, cuando me preguntaba muchas cosas, me preguntaba si debería volver a Argentina y regresar a Burdeos cuando cumpliera 18 años". Ahora, las dudas quedaron atrás y ya tiene minutos en Primera. Su caso, hizo ruido mucho antes que él.