(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Las idas y vueltas de la novela del verano siguen sumando capítulos: la posible llegada del delantero Paolo Guerrero a Boca tuvo novedades el inicio de esta semana que hacen parecer estancadas las negociaciones pero, personalmente Juan Román Riquelme se sigue encargando de intentar solucionar el desembarco del referente peruano en el modelo 2020 del 'Xeneize' by Miguel Ángel Russo.

El representante de Paolo Guerrero, Francesco Balbi, fue el encargado ayer de mostrarle los dientes y filtrar que las negociaciones estaban caídas y que el delantero peruano se quedaba en Inter de Porto Alegre, pese a la decisión de Boca de pagar la cláusula de 4,5 millones de dólares para su salida del conjunto brasileño.

La gran traba es que el delantero peruano pretende cobrar en dólares sin tope y en una cuenta en exterior para saltear todas las restricciones cambiarias que tiene Argentina en su economía. En negociaciones encabezadas por Juan Román Riquelme, y asesorado por los abogados del club, se explicó que eso es imposible pero que pueden buscar algunas alternativas que satisfagan al goleador.

Paolo Guerrero ya expresó su deseo de jugar en el fútbol argentino y ponerse la 9 de Boca, pero además instruyó a su representante para que le garantice un ingreso y un contrato similar al que tiene en Brasil: dos tareas complicadas pero que dejan a Francesco Balbi en esta situación de 'ser el malo de la película'.

"Las negociaciones no están caídas pero ahora entramos en un stand by", le confesaron a 'Doble Amarilla' desde la sede de Brandsen 805. En Boca son optimistas que antes del primer partido van a poder presentar a Paolo Guerrero como el gran refuerzo 2020 para el 'Xeneize'.