(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) De 5.30 de la mañana a cerca de 13.30. Eso duró la primera audiencia en las oficinas de LaLiga, en Madrid. Allí, declararon testigos tanto de Boca, la parque querellante, como de River, la parte acusada. A excepción de Daniel Angelici y Rodolfo D'onofrio, el resto de los testimonios fueron por videoconferencia. 

Además de su presidente, la delegación de Boca estuvo conformada por el vice Darío Richarte y el abogado Mariano Clariá. En tanto, a D'Onofrio los acompañaron el secretario del club, Ignacio Villaroel, y el abogado Gonzalo Mayo.

"Doble Amarilla" tuvo acceso a conocer varias de las voces que se alzaron en la mañana y tarde de Madrid. Los testimonios más fuertes los aportó Boca, que puso a declarar a dos actuales jugadores y a un ex jugador. Carlos Tevez, Julio Buffarini dieron su testimonio, en tanto que Pablo Pérez debió asistir hoy 7.30 a La Bombonera para aportar su voz. 

En tanto, según pudo saber este sitio, se desistió a último momento de sumar el testimonio del chico Lamardo, otro de los damnificados por los gases, vidrios rotos del micro y piedras. 

Además de los jugadores, del lado Xeneize declaró el chofer del Micro, quién sufrió de primera mano las agresiones en la esquina de Lidoro Quinteros y Libertador y los médicos del plantel: Pablo Ortega Gallo y el psicólogo Ivan Tcherkaski. 

¿Y del lado de River? La declaración llegó del lado de los Empleados de Seguridad del Club. Declararon Valentina Pomi y Gabriel Martillo. La declaración más fuerte que aún no se produjo es la Osvaldo Pangrazio, médico de la CONMEBOL, que declarará mañana.

El reclamo de Boca es claro. Quiere que River sea decalificado de la competencia y además obtener una compensación económica superior a los u$s 10 millones. Boca ratificó hoy la postura de responsabilizar a River por los incidentes. En tanto, del lado millonario insisten en que no hay ninguna responsabilidad de River en las fallas del operativo policial de aquel fatídico sábado y que el responsable es el ministerio de Seguridad de la Ciudad. 

Pero no es el único argumento de River. En Núñez esgrimen que Boca firmó un pacto para postergar el encuentro y que finalmente lo jugó. "Boca firmó un acuerdo de postergar el partido, que Boca aceptó y después no respetó. Sin perjuicio de eso, no solamente no quiso jugarlo sino que después encima lo jugó. No tenemos responsabilidad, entre que Boca aceptó postergar el partido y que después aceptó jugar, sin ningún tipo de reserva ni protesta, es bastante ridículo que insistan con esa cuestión", relató a Doble Amarilla una alta fuente que siguió de cerca la presentación riverplatense.

Sobre mañana, vale decir que la audiencia se retrasó. Hubo testimonios que salieron de la mesa y al audiencia ocurrirá a las 12.30 PM, de Madrid. 8.30 de la Ciudad de Buenos Aires. Mañana será el último día de audiencias y, luego, el TAS deberá fallar y decidir.