(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Nicolás Burdisso había decidido luego de sus primeros días como Director Deportivo de Boca que la primera opción es Gustavo Alfaro y en segundo lugar Eduardo Domínguez para suceder a Guillermo Barros Schelotto como entrenador, luego de la negativa de Néstor Pekerman. Sin embargo, Daniel Angelici entró en escena y le aclaró a Burdisso que Domínguez no corre y le pidió que se entreviste por videoconferencia con Antonio Mohamed para escuchar su propuesta, alguien que el propio Burdisso con Matellán había descartado junto con Miguel Ángel Russo.

Ante este pedido, Burdisso le va a dar una oportunidad a Mohamed pero va a estar condicionado por su primera vista del tema donde entendía que no era un DT para este momento de Boca. ¿Cuánto pesará el empujón presidencial y la infuencia del empresario Cristian Bragarnik junto con el Stellar Group? Con pocos días en el cargo, Burdisso está ante el primer gran desafío de gestión y su primer cara a cara con la intevención presidencial.

Lo que es decidido es que Eduardo Domínguez no será el técnico de Boca porque Burdisso respeta el poder de veto de Angelici pero no su posibilidad de intervenir directamente en la decisión. A este escenario hay que agregar que Gustavo Alfaro es, además de consejero personal de Mauricio Macri, el preferido del presidente para ocupar el lugar vacante de Guillermo Barros Schelotto.

Es decir que otra vez Macri y Angelici no coinciden en una decisión de futuro para Boca. ¿Qué decisión primará más con Nicolás Burdisso como mediador?