No son horas fáciles en Vélez. La decisión del club, coherente con su perfil de darle real importancia a los temas de género derivó en la determinación de separar de manera preventiva a Thiago Almada y Miguel Brizuela del plantel profesional. Esto no fue bien visto por gran parte del plantel, que demostró su desacuerdo en una reunión con el cuerpo técnico.

Si bien desde la dirigencia aseguran que no se trató de un acto de rebeldía y hasta comprenden la preocupación de los jugadores por sus compañeros, integrantes del plantel le confirmaron a Doble Amarilla que el pedido de explicaciones existió.

Al plantel no le cayó bien la determinación que se tomó con ambos pero, en especial, con Almada. Es por eso que pidieron una reunión con el cuerpo técnico para dejar en claro su postura. Ya en la semana, Mauricio Pellegrino, el DT, también se había referido al tema y había dejado en claro su deseo de poder contar con los jugadores sancionados lo más rápido posible, no sin antes remarcar que respetaba lo que dispusiera la Justicia.

La dirigencia, entonces, debió hacer un fino equilibrio. Entre lo que defiende con acciones, como es la política de género y su rol de pionero en el área y el reclamo del plantel. Todo esto, además, se plantea en un escenario delicado: Vélez atraviesa un año electoral y hay 15 jugadores con contratos que se vencen en junio de este año.