(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El Doctor Carlos Trillo fue candidato a presidente de River en las elecciones del pasado mes de diciembre. Pero, cuando no está en el club, Trillo es cirujano. Esa es su área, su tarea y su otra pasión. Además del “Millonario”, claro. Desde ese lugar, le cuenta a “Doble Amarilla” como es el proceso quirúrgico al que se someterá Esteban Andrada, el arquero de Boca. 

DA: Ante una lesión como la de Esteban Andrada, ¿qué opciones hay de tratamiento?
CT: Si hay una fractura de mandíbula, como en este caso, se pone un “arco-peine”, como para que no pueda abrir la boca y tener agarrado todo el maxilar. Se come con pajita y líquido. Eso se va consolidando a partir de la segunda o tercer semana. El jugador de fútbol quiere jugar rápido y el médico tiene que contemplar esa necesidad. Ese es un tratamiento sin cirugía. Pero en el caso de Andrada yo recomendaría la operación, es lo ideal hoy en 2018. Él quiere jugar ahora, pero va a ser para toda su vida. No le tienen que quedar secuelas, le pueden quedar los dientes cabalgados o la mordida distinta. Si tiene una fractura conviene operarlo y a las 3, 4 semanas está jugando, a riesgo de él. Pero está jugando. Y va a poder comer sólidos y no se vendrá abajo físicamente. 

DA:  ¿Cuáles son las primeras cosas que se tienen en cuenta luego de la operación?
CT: Lo ideal es que no se venga abajo físicamente. Se le prohíbe después de una  osteosíntesis, que es cuando le pones la placa y los tornillos, que coma un sandwich, porque tiene que abrir mucho la boca o se le recomienda que tenga especial cuidado con el bostezo, que también abre mucho la boca. Pero eso no lo haga por un mes, o dos meses. Pero carne a las dos o tres semanas podría estar masticando con mini placa y tornillos. Siempre depende del trazo de fractura, claro.

DA: ¿Cómo es el postoperatorio?
CT: La cirugía es con anestesia general y es rápida: un ejemplo, te internas mañana a las 8 de la mañana y a las 10 estás en tu habitación. Pasas la noche en el sanatorio y ya empezás a comer blando. Todo rápidamente. Para hacer aeróbico, a los 3, 4 días podés. Él tiene el riesgo que lo vuelvan a golpear o de recibir un pelotazo, pero por lo general en poco tiempo puede volver a jugar. Así pasó con Agustín Bugallo (ndR: jugador de Los Leones, ver aparte). A él le puse la placa y los tornillos, tenía el Panamericano que si no iba se lo perdía a las dos semanas. A las dos semanas, él estaba jugando. A riesgo de él. Porque la fractura se consolida al mes, pero a las dos semanas, a riesgo de él, estaba jugando. En el peor de los casos lo que puede pasar es que se fracture de nuevo y volver a hacer todo lo mismo.

DA: ¿Y si usted fueras Andrada que harías?
CT: Yo me opero y en dos semanas estoy jugando. Sin duda que atajaría en Belo Horizonte. A riesgo mío, claro, pero lo haría. Lo haría con una mentonera, para sostener mejor la zona. Una mentonera arranca cubre todo el mentón, lo agarra y pasa por las orejas, se fija arriba de la cabeza con velcro. Para atajar con eso le sobra. Depende del tipo de fractura, pero si no es algo muy grave, podría ser así tranquilamente. 

El caso Bugallo
Carlos Trillo habló del caso de Agustín Bugallo y “Doble Amarilla” contactó al jugador de Mitre e integrante de “Los Leones”, que están medio de una gira, por Australia. En 2016, Agustín recibió un bochazo de un compañero en un entrenamiento y se le fracturó la mandíbula. En dos semanas tenía por delante el Panamericano: “Tuve fractura sin desplazamiento del maxilar inferior. Una vez que fue el accidente supuse que no podría jugar el Panamericano, no tenía muchas expectativas, pero terminé yendo al torneo y salimos campeones”.

Desde Oceanía, Agustín agrega: “Operarme fue una decisión que tomé para apurar la vuelta a las canchas. A las dos semanas empecé a entrenar, usé un tiempo una mascara, pero habrán sido dos semanas más. Lo que más tarde fue en masticar”, recuerda y agrega: “Estuve comiendo puré y una dieta que me hizo un nutricionista de la Selección durante un mes, un mes y medio, aproximado. Para poder comer un sanguche estuve un mes y medio”.

DA: ¿Le quedó algo de miedo al volver a jugar?
AB: Al principio, por algunos meses, quizás no iba tanto a una jugada peligrosa como antes, pero de a poco me di cuenta que podía volver. Que incluso ese lado estaba más duro que el otro porque tenía una placa de titanio.

DA: En su experiencia de deportista de alto rendimiento, ¿Cuando crees que podrá volver Andrada?.
AB: Al ser un arquero, que está expuesto a un pelotazo fuerte, teniendo un buen cuerpo médico que lo esté aconsejando se puede recuperar muy rápido. Si se recupera rápido puede seguir en la Libertadores y puede tener su chance en al Selección. Esas motivaciones, esas cosas de la cabeza ayudan mucho al deportista. Cuando me pasó me propuse esa meta. Estaba a dos meses de un torneo importante. Tenía que volver a jugar, ganarme el puesto y jugar el Panamericano. Por suerte se me dio.