Top 3 de los peores refuerzos de Independiente en toda su historia
La lista compone el podio de las incorporaciones que arrojaron los peores resultados.
Este es un momento muy diferente de Independiente respecto a otros pasajes de su historia más reciente. En la actualidad el equipo de Julio Vaccari está competitivo y los refuerzos han sido grandes aciertos. Pero en los últimos años han arribado al “Rey de Copas” algunas incorporaciones tuvieron un pésimo paso. Ellos son:
Matías Defederico
Fue una de las principales figuras del Huracán modelo 2009, que brillaba de la mano de Ángel Cappa. Luego de su desempeño en el globo corinthians de Brasil lo fichó. Fue allí donde a fines de 2010 el conjunto paulista lo cedió a préstamo al rojo club del que era confeso hincha.
La experiencia no salió del todo bien ya que en marzo de 2012 el por entonces entrenador del Rey de Copas, Cristian Díaz, dispuso que baje a reserva porque tenía otros futbolistas por delante en la consideración. Al mes siguiente de esa decisión Defederico sufrió una grave lesión ligamentaria en la rodilla derecha.
Más allá de que su vínculo contractual con la institución de Avellaneda finalizaba el 30 de junio por la lesión la institución roja debía continuar abonando sus obligaciones contractuales durante los 6 meses que demandaría la recuperación del ex Huracán.
La relación terminó en los peores términos posibles ya que el futbolista se fue enemistado con la dirigencia encabezada en aquel tiempo por el presidente Cantero. Defederico reclamó incumplimientos contractuales varios e inclusive lo embargó en el año 2014 por una deuda.
El saldo de su paso por independiente es de tan solo 31 partidos disputados y apenas tres goles marcados con la camiseta de independiente en ese periodo.
Luciano Leguizamón
Fue parte de una de las noticias más insólitas del último tiempo en un Independiente muy distinto al de hoy. Cuando transcurría el mes de marzo de 2014, y mientras disputaba el torneo del entonces Nacional B (hoy Primera Nacional) el club conoció una noticia realmente fuera de los límites de la imaginación que incluía un reclamo por parte de Luciano Leguizamón.
Como consecuencia de la deuda que por entonces era de $1.700.000 pesos (que ascendería a $2.300.00 porque debería abonar $600 mil más por costos) que el "Rojo" mantenía con su persona, el entonces delantero del conjunto de Avellaneda decidió, entre otras medidas judiciales, embargar las Copas de las vitrinas.
En su momento, cuando firmó su arribo a la entidad de Avellaneda, el ex atacante de Arsenal rubricó un vínculo por tres temporadas de duración. No obstante, sólo jugó una y su salida se precipitó a razón del descenso en junio de 2013.
Leguizamón llegó a Independiente mediados de 2012. El delantero venía de ser figura en el equipo de Arsenal campeón del Clausura 2012. Sin embargo, en el club de Avellaneda sufrió varias lesiones y nunca alcanzó un buen nivel de juego. Actuó en sólo 16 partidos e hizo un gol.
Sebastián Rozental
El enganche chileno contaba con las condiciones ideales para repetir en Europa todo lo bueno que había hecho en su club de origen, la Universidad Católica. Sin embargo, las reiteradas lesiones que padeció desde su llegada al Rangers escocés marcaron a fuego su carrera y ya nunca volvió a ser el mismo.
El pelilargo delantero recién estaba dando los primeros pasos en el fútbol europeo, cuando sufrió la rotura de los ligamentos de su rodilla izquierda; lesión que lo privó, por ejemplo, de estar en Francia 98. Le costó recuperarse, pero cuando lo logró, su nivel decayó y, astutos, los dirigentes del Rangers lo cedieron a la Católica con la intención de que recobrara la forma. No lo consiguió, pero igual se le presentó una nueva y prometedora oportunidad: Independiente.
En agosto de 2000 se oficializó su arribo a préstamo al equipo dirigido por Osvaldo Piazza, que afirmaba ilusionado: "Su calidad no puede discutirse. Es un jugador con una amplitud bárbara; se mueve por todo el frente de ataque y será muy útil para el equipo".
Los pronósticos del entrenador fallaron. El chileno no estaba bien físicamente, nunca entró en sintonía y, entre lesiones y convocatorias a su Selección. Apenas pudo disputar doce partidos en los que no convirtió goles. Posteriormente, jugó en clubes de su país y también en Suiza, Puerto Rico, Estados Unidos e Israel.
De su paso por Independiente se recuerda un penal que le atajó Burela, de Lanús, su marcado sobrepeso y un dato que exhibe perfectamente la desventura de Rozental por el fútbol argentino: cada vez que fue titular, su equipo perdió.