La noche terminó de la peor manera para la delegación de Lanús que viajó a disputar el clásico ante Banfield en el Florencio Sóla. Tras el 0-1 en contra y con dos expulsados, los futbolistas, el CT y los dirigentes emprendieron el regreso al estadio Néstor Díaz Pérez donde fueron “recibidos” por algunas decenas de hinchas. 

Los simpatizantes del ‘Grana’ se acercaron hasta la playa de estacionamiento contigua al estadio donde esperaron pacientemente hasta pasada la medianoche y le propinaron todo tipo de insultos y agresiones verbales a los jugadores y, en especial, a los dirigentes. 

Al descender del ómnibus, el vicepresidente Hernán Arboleya trató de calmar los ánimos y conversar con los hinchas sin éxito. 

Cabe recordar que, Lanús marcha último en la Zona B tras siete fechas jugadas con solo tres puntos y sin registrar victorias. 

En agosto del año pasado, en la calle Héctor Guidi, entre Las Piedras y Ramón Cabrero, a escasos metros del Polideportivo del club, aparecieron duros pasacalles, atravesando el paso obligado del plantel y del cuerpo técnico rumbo al entrenamiento.

“Jugadores, Lanús les queda enorme”, decía el más cartel más cauto. Sin embargo, el más intimidante rezaba: “Ganen o caminan”, con el dibujo de un automóvil prendiéndose fuego, en clara referencia al ataque sufrido por el plantel de Aldosivi tras su derrota ante Godoy Cruz en Mendoza.