(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Más de uno pensó que se trataba de una joda por el Día de los Inocentes, pero lo cierto es que Lucas Pratto dejó River. Sí, un 28 de diciembre, en la antesala de un Superclásico y de una semifinal de Copa Libertadores. Si bien en River hablan de algo "consensuado" y es cierto que el punta para Gallardo era, como mucho, primer o segundo recambio, lo cierto es que hay un factor económico: River le debe mucho dinero a Pratto, que a su vez tiene el contrato más alto del plantel, y en moneda extranjera. Su salida es un alivio para las arcas del club. ¿Y en lo deportivo?.

Los dos puntas están claros hace rato: Matías Suárez y Rafael Santos Borré. Ellos son los delanteros hoy de River. A ellos se suma, a veces Jorge Carrascal o Julián Álvarez. También puede aparecer Nicolás de la Cruz. Lo cierto es que a River le sobran jugadores de corte ofensivos, pero ojo, no delanteros. 

Si Borré o Suárez se resfrían, se lesionan o reciben dos amarillas, como le pasó al colombiano en 2018 y no pudo jugar ante Boca en Madrid, Marcelo Gallardo deberá recurrir a Julián Álvarez, una suerte de comodín, al que ha usado como volante por derecha, como extremo por ese sector, pero casi nunca como delantero neto. 

Después, asoma el piberío. El chico Federico Girotti, de 21 años, por el que River rechazó una oferta de algo más de €4 millones del Torino de Italia, es el más parecido al Oso en sus características. Marcó un gol en la Copa Maradona, ante Godoy Cruz en Mendoza y es uno de los grandes proyectos del club.

También aparecen Lucas Beltrán (19 años) y otro de los que asoma es Benjamín Rollheiser (20 años), que sumó varios minutos en la Copa Maradona, aunque jugando en una posición más de volante ofensivo que de delantero, que es el puesto en el cual River necesita ahora mismo.

Por otro motivo, pero River afronta un escenario similar al de fines de 2018, cuando a Madrid sólo fue Lucas Pratto de los delanteros titulares, porque Ignacio Scocco se lesionó ante Estudiantes y Rafael Borré había recibido la segunda amarilla en la cancha de Boca, con lo cual fue suspendido. En ese partido, incluso, ingresó y jugó unos minutos Julián Álvarez, en tanto que un relegado Rodrigo Mora esperaba en el banco de suplentes. Trazando un paralelismo, la situación del delantero uruguayo en ese momento se asimila a la que hoy tenía Pratto y que lo empujó a irse. 

Así las cosas, River encarará el tramo más caliente de la temporada con Borré-Suárez y con Álvarez-Girotti como su reemplazo. Como alternativas, estarán Beltrán y Rollheiser. ¿Habrá una dupla de pibes en La Bombonera para cuidar a los dos puntas que terminaron golpeados contra Arsenal? Habrá que esperar, pero al Muñeco se le achica aún más la manta.