El 31 de enero de 2020, hace poco más de un año atrás, Marcelo Gallardo había fustigado a River por el estado del campo de juego del Monumental. River, líder de la Superliga, iba a recibir a Central Córdoba de Santiago del Estero y el verde césped tenía poco de verde e, incluso, poco de césped. 

"La semana pasada, cuando estuve en el estadio, realmente me preocupé y mucho. No tenemos más remedio que el campo de juego esté de la mejor manera posible por el poco tiempo que hay de recuperación", había rezongado el Muñeco que, encima, se enojó más aún con los intentos de maquillarlo: "No nos gusta tener un campo en malas condiciones para poder practicar nuestro fútbol. De todas maneras ya lo asimilamos y esperemos que esté un poquito más presentable. Presentable, no maquillado. Que me muestren la cara así como viene, como nos despertamos. Es duro para algunos, pero para otros...", había soltado, fiel a su estilo cuando deja caer la bomba.

Los títulos conseguidos, el trabajo realizado, la fidelidad a su idea, hacen que, para todo el Mundo River, Marcelo Gallardo sea una referencia, una voz a escuchar, el conductor del barco, incluso, en muchos temas de gestión. El nuevo Monumental, con sus reformas, no fue la excepción. Que River haya pasado de 3 canchas en mal estado a 7 en óptimas condiciones en el River Camp tampoco es fruto de la casualidad. El DT es un obsesivo de los detalles y no es de ahora, no vino con los títulos, viene con él.

Desde que llegó a River, en 2014, Gallardo pide por la mejora del césped del Monumental. Y lo hace, directamente, con quién tiene a su cargo esa área. Insiste, vuelve a insistir y, eventualmente, lo consigue. Esta vez no fue la excepción y el club Millonario hizo una erogación de algo más de $200 millones para que, por fin, el Antonio Vespucio Liberti sea la alfombra europea que el DT siempre anheló.

"Ahhhh, esto es otra cosa", dicen en River que exclamó Gallardo apenas al patear la primera pelota en el nuevo trazado del campo de juego de River. El DT lo recorrió días atrás, y, apenas llegó, pidió una pelota. No estaban los arcos, tampoco los bancos de suplentes, y apenas algunas lonas, pero el míster estaba obsesionado con el pique de la pelota y su andar sobre la gramilla. Se fue más que conforme con lo que vio y percibió.

Del "pisadero" al césped que emula al Bernabeú

Juran y perjuran en River que la conquista de la Copa Libertadores de América 2018 no tuvo nada que ver en el hecho que, desde el club, se hayan decidido por el mismo césped que tendrá el Real Madrid en el nuevo Santiago Bernabéu, pero así será. La firma irlandesa Sys es una de las tres en el mundo que hace este trabajo que se hizo en Núñez. 

Mucho antes de Marcelo Gallardo como DT, Diego Maradona fue el primero que le puso palabras al pésimo estado del campo de juego del Monumental: "Es un pisadero", dijo el por ese entonces DT de la Selección Argentina. No gustó en Núñez, pero era parecido a la verdad. El problema era estructural y había sólo dos chances que se le encuentre solución y, para eso, debían alinearse los planetas: se necesitaba contar con el dinero y tener meses disponibles para la obra. La pandemia fue la que alineó los planetas: estaba el dinero y estaba el tiempo, porque hubo un parate que cuando en River se dieron cuenta que iba para largo, decidieron que era el momento. Y el primero al que le preguntaron, claro, fue a Marcelo Gallardo. 

"Siempre Gallardo nos pidió mejorar el estado del césped, pero el estadio estaba lo mejor posible para ser un terreno en terapia intensiva. Siempre le dijimos 'este es el límite, mejor que esto, si no tenemos seis meses no va a estar nunca' y, cuando tuvimos los seis meses se puso todo en marcha", recuerda Mariano Taratuty, Protesorero del club y también Presidente de Infraestructura.

"Cuando nos dimos cuenta que la pandemia venía para largo nos juntamos con él. Fueron tres horas de reunión, en las que él se interiorizó de lo que íbamos a hacer, cómo, opinó y quiso entender cómo iba a ser todo. Hace dos días vino con una pelota y quedó muy contento. Él había entendido de qué se trataba la obra de entrada y, la verdad, quedó muy conforme", dice Taratuty.

"De todo lo que es infraestructura tiene la opinión de Gallardo. Es necesario que él opine. Él siempre nos marca la necesidad y, nosotros, trabajamos en base a eso y a nuestras posibilidades. La sintonía final final la da él, en base a su experiencia", concluye el hombre fuerte del club en lo que a las obras y la infraestructura se refiere.

Motivos para sonreír

El Muñeco suma razones para ensanchar la sonrisa. A los seis refuerzos que trajo River en este Mercado de Pases, se le suma la concreción del esperado anhelo: un césped europeo que, con el correr de los partidos y los días, se convertirá en una ventaja más para su equipo porque habrá que saber adaptarse a un terreno tan distinto, único, dentro de la Argentina. No será fácil: La pelota no correrá igual, el pique no será el mismo y el juego no fluirá igual.

Para Gallardo, un obsesivo de los detalles, como dijimos anteriormente, este césped se transformó en una gran satisfacción y un arma más para la competencia. El Muñeco está feliz, y no es para menos. Como si fuera poco, la CD también tiene encaminado el prooyecto de lo que será la concentración de primer nivel que tendrá lugar en River Camp. Gallardo quiere un lugar dónde dormir e, incluso, hacer las pretemporadas. A la Europea, como le gusta a Napoleón. Y como a la CD, cuando se dan las cosas, le gusta cumplirle.