(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Todo el año la persiguen, todo el año la desean y todo el año luchan por ella pero, esta semana, la Copa Libertadores es para River y Boca una auténtica piedra en el zapato. 

A una semana de la definición de la Superliga, el 'Millo' y el 'Xeneize', antes, deben afrontar sus debuts coperos. River viaja a la siempre indómita altura de Quito, Boca, en cambio, cruza medio continente para jugar en la agitada Caracas. Ambos pondrán un mix con mayoría de suplentes: el gran objetivo se juega el sábado 21.30.

En esta carrera mano a mano se llegó a la última vuelta, y River encara la recta final con, apenas, la trompa por delante. El gol de penal de Juan Fernando Quintero ante Defensa y Justicia le aseguró a River largar con la pole position el próximo sábado, pero no podrá regular y deberá acelerar a fondo para asegurar el título. Boca viene quemando caucho a lo loco, forzando el motor, pegado a la cola del 'Millo' y buscará que la succión final le alcance para pasarlo en los últimos metros.

River sigue dependiendo de River, pero ahora un sólo resultado lo hará campeón sin importan lo que ocurra entre Boca y Gimnasia: ganar. El Xeneize debe ganarle al elenco platense y esperar que el bólido de Ricardo Zielinski se cruce en la última curva del 'Millo' rumbo a la corona. ¿Copa Liberta qué? Los dos colosos sólo tienen la mente en el próximo sábado en una semana que hasta el máximo objetivo del año se antoja incómodo y poco bienvenido.