La historia tiene los capítulos que se suponía que iba a tener. Porque la apuesta por Ricardo Centurión podía terminar muy bien, o muy mal para San Lorenzo. Pero en un club que viene haciendo todo mal, si encima se pega tiros en los pies, el final está cantado: por segundo día consecutivo, Ricky faltó a las prácticas y parece ser que su futuro en CASLA está sellado.

Con un plantel desintegrado y que perdió jerarquía, su llegada tenía escépticos pero muchos confiaban en que le dé un salto de calidad buscado pero no encontrado. Sin ir más lejos, sin dudar desde el club se le dio la camiseta número 10 y hasta fue presentado con Leandro Romagnoli, ídolo del club, a su lado, como en la entrega del legado de semejante camiseta. Pero a Centurión pareció que ni eso le alcanzó, aunque en ESPN al poco tiempo de llegar declaró: "San Lorenzo se la jugó por mi y voy a dejar la piel por esta camiseta".

Al llegar, generó buenos vínculos con sus compañeros aunque ahora la situación lógicamente cambió porque en el medio comenzó el desgaste: llegadas tardes, faltazos o prácticas en las que no estaba en las mejores condiciones. Pedro Troglio intentó sobrellevar la situación, incluso hace pocas semanas aseguró que durante su ciclo tuvo que "cubrir" algunas cuestiones...

En los últimos partidos, no viajó a Santa Fe y Berón lo mandó al banco contra Patronato y en 45 minutos no se sacó un tipo de encima.

En Boedo admiten estos problemas y hasta se habla de que el jugador recibirá algún tipo de sanción y nadie descarta que tras la finalización del torneo pueda tener que hacer las valijas.