Casi como una premonición, en la cancha de Lanús, Diego Aguirre tambaleó fiero. Lo que aquella clasificación agónica con tanto de Fernando Belluschi salvaguardó, la tarde en que Deportivo Morón lo eliminó de la Copa Argentina se pudo haber retomado.Sin embargo, la dirigencia azulgrana, quizás pecando de terca, quizás con objetivos en otro lado (Matías Lammens viajó a Asunción en busca de un puesto en Conmebol para él, en lugar de atacar, de lleno, el frente de tormenta interno que se le había abierto) mantuvo al urguayo en su cargo.

La clasificación sencilla ante Emelec, más el 2-0 ante Lanús en la ida de cuartos, habían apaciaguado las críticas, pero en 20', Lanús,  en la revancha y en la misma cancha que Morón aquella tarde, volvió a poner a Diego Aguirre contra las cuerdas.

Las críticas que arreciaron las redes sociales con la fuerza del Huracán Irma. La oposición se subió a la lluvia de críticas y utilizó calificativos como "Capricho" y "Soberbia". Está claro que, para ellos, el padre de la derrota o el fracaso es la máxima autoridad de San Lorenzo, más allá de los evidentes errores que tuvo Aguirre al frente del equipo.

La oposición le pasó factura a Lammens

Y la gente se dividió entre Lammens y el ya ex DT del club