Quién es Lucas Álvarez, el alcanzapelotas que fue clave en el primer gol de Racing ante Boca
Cuando transcurría la mitad de la primera mitad en el Cilindro, la viveza de un joven le dio la posibilidad a la "Academia" de abrir el marcador y ponerse en ventaja en el clásico. De quién se trata. Mirá.
En el duelo que bajó el telón al fútbol del sábado en la Liga Profesional, Racing derrotó a Boca en el Cilindro de Avellaneda en un duelo que contó con un singular protagonista. Se trata de Lucas Álvarez, alcanzapelotas de la “Academia” que tuvo un papel clave en el primer tanto del local.
Cuando transcurrían 17 minutos en el Presidente Perón, el joven estuvo atento afuera del campo de juego para darle el balón a Gastón Martirena a la hora de realizar un lateral. Con ese gesto, tal vez sin saberlo en el momento, contribuyó en la construcción de lo que fue el primer gol de Racing en los pies de Luciano Vietto.
El propio Gustavo Costas elogió al juvenil del club, señalando en conferencia de prensa que lo que hizo “demuestra sentido de pertenencia, que estaba metido en el partido” y que se trata de lo que “ inculcamos todos los días, ser una familia”.
El video de Lucas Álvarez que Racing compartió en redes sociales
Lucas Lionel Álvarez, como se presentó el propio protagonista en un video publicado por el club minutos después de culminado el partido, se desempeña como mediocampista en la Séptima División del club de Avellaneda.
“No se si tardé un poco, (Gastón Martirena) me dijo que me apure. Le dí rápido y por lo menos pude hacer algo”, describió Álvarez desde el campo de juego en la publicación oficial de la “Academia” sobre la acción que desembocó en el gol de Vietto.
Sobre los pedidos expresos de Costas hacia los alcanzapelotas, el juvenil manifestó: “Nos dice que estemos concentramos, que somos uno más dentro de la cancha y que estemos siempre pendientes a las jugadas”.
El video también mostró un intercambio posterior entre Álvarez y Martirena en los vestuarios, donde el futbolista del primer equipo felicitó al primero, señalándole que “hay que seguir encarrilando para llegar a lo más alto” y obsequiándole su pantalón.