Qué fue de la vida del Beto Acosta: el impensado presente en un club de Ascenso
Fue un goleador implacable que marcó una era en el fútbol local e internacional. Luego de colgar los botines, logró trascender en un club inédito. Detalles.
No todo el mundo puede decir que es ídolo en un club, pero el “Beto” puede decir que lo es en tres instituciones. Amado en San Lorenzo e ídolo total en Universidad Católica de Chile, Alberto Federico Acosta fue un futbolista que marcó una época como goleador y hoy trata de hacerlo desde otro rol y con una institución impensada como el Real Pilar.
El excentrodelantero, luego de su retiro, trabajó en la secretaría técnica del “Ciclón”, donde estuvo por unos años y actualmente es el director deportivo del Real Pilar del Ascenso. Fue una pieza clave del conjunto "blanquinegro". El ex delantero de San Lorenzo y Boca conoció al presidente de la institución pilarense, César Mansilla, cuando éste era el gerenciador de Fénix y en ese club se retiró del fútbol.
“Tuve la enorme alegría de jugar con mi hijo; yo, con 41 años, y él, recién comenzando. Luego fui manager de ese club y a partir de eso construí una relación de amistad con César”, sostuvo el legendario delantero, que se sumó a la institución a inicios de 2024. Un rol en el que coordina el fútbol profesional y las divisiones inferiores.
“Me convocaron para aportar mi experiencia y sumar lo que aprendí en el fútbol profesional. Me entusiasmó porque es un club que funciona como una gran familia, en el que los dirigentes son muy apasionados y trabajan con el corazón. Se formó un grupo fabuloso en el que jugadores, cuerpo técnico y dirigentes tiran para el mismo lado, y eso fue la clave del éxito”, sostuvo Acosta en La Nación a principios de este año. Los réditos llegaron rápido, a fin del año pasado el club logró el ansiado ascenso de la Primera C a la Primera B Metropolitana…y va por más, como siempre en su carrera.
El paso del Beto Acosta por el fútbol
A los 15 años fue captado por las inferiores de Unión de Santa Fe. Mostró su talento en el torneo juvenil Proyección 86, lo que le permitió afianzarse en el equipo y comenzar a jugar en la Primera División de la Liga Santafesina de Fútbol. Su debut en Primera se produjo el 13 de julio de 1986, en un partido en que el “Tatengue” empató sin goles ante Argentinos Juniors.
Su buen nivel hizo que fuera contratado por San Lorenzo en 1988. Su performance en el club le permitió hacer su primera experiencia fuera de su país, al ser fichado por el Toulouse de la Division 1 de Francia. Sin embargo su rendimiento no fue el esperado, por lo que terminó retornando al “Ciclón”.
En Boedo recuperó su nivel y se consagró goleador del Torneo Apertura 1992. Luego de ello, a fines de diciembre de ese mismo año, pasó a Boca Juniors Si bien el “Beto” no pudo asentarse en el “Xeneize", al menos consiguió marcar en tres Superclásicos, dos de ellos oficiales y uno en condición de visitante.
En 1994 arribó a la Universidad Católica y allí armó una sociedad emblemática con su compatriota Néstor Gorosito. Su presencia en el club trasandino se extendió hasta 1997, con una pausa en 1996 en la que migró hacia Japón para jugar con el Yokohama Marinos.
Durante su etapa en los “Cruzados”, Acosta marcó 92 goles en 105 partidos, y se consagró campeón de la Copa Interamericana 1994, primer título internacional del club, de la Copa Chile 1995 y del Torneo Apertura 1997. Así mismo, lideró a su equipo en la conquista de la Liguilla Pre-Libertadores de 1994 y 1995, y terminó como máximo goleador de la Copa Libertadores 1997 con 11 tantos. Por esos años además se consagró con la Selección Argentina en la Copa América disputada en Ecuador, en 1993.
En el verano de 1998 regresó nuevamente a San Lorenzo. Un año después,volvió a intentarlo en Europa y partió hacia Portugal para sumarse al Sporting Lisboa, club con el que se consagraría campeón de la Primeira Liga en la temporada 1999-2000 (aportando con 22 goles en 33 partidos). Un joven Cristiano Ronaldo lo tenía como referente.
El “Beto” regresó a San Lorenzo en 2001 para cerrar su cuarto ciclo en el club. Se consagró campeón de la Copa Mercosur 2001 y de la Copa Sudamericana 2002. En su último partido, logró convertir de penal el gol 300 de su carrera, que lo convertiría en el segundo goleador del torneo a los 37 años de edad.
En 2008 regresó al césped luego de varios años de inactividad y con 42 años. En su debut con Fénix, club que por entonces militaba en la Primera C (cuarta categoría del fútbol argentino), convirtió un gol. Allí jugó seis partidos en los que anotó dos goles. También tuvo la oportunidad de compartir la cancha con su hijo Mickael Acosta, quien para la época intentaba desarrollar una carrera como futbolista profesional.
Fue el broche de oro a una trayectoria envidiable.