Qué fue de la vida de Gastón Sessa, el ex arquero que cría caballos y compró la casa de un ex presidente
Su vida en el campo contrasta bastante con la adrenalina de las canchas. "Resultó ser la mejor decisión de mi vida", asegura.
Gastón Sessa fue uno de los personajes más polémicos del fútbol argentino. Arquero temperamental y con una presencia imponente, tuvo una larga carrera y es muy recordado por su etapa en Vélez. Hoy, lejos del deporte, se dedica a criar caballos y compró la casa de un expresidente.
Todo empezó en 2003, cuando todavía jugaba profesionalmente. Sessa usó sus ahorros para comprar su primer terreno. Al principio lo tenía como una inversión, con ganado y algunas siembras, y sólo concurría los fines de semana. Sin embargo, años después, decidió instalarse en un campo en Chascomús.
Actualmente se dedica a criar caballos. Todos son usados para la competencia. Cuenta con 20 caballos en entrenamientos y un centro de pre-training, doma y también de descanso. Lejos de aquella personalidad avasallante que lo llevó a agredir al árbitro Sergio Pezzotta o lanzarle un pelotazo a un alcanzapelotas.
Por otro lado, en plena pandemia fue noticia por haber comprado la casa del expresidente Raúl Alfonsín. Sessa decidió convertirla en un hotel boutique.
El presente de Gastón Sessa
“Los caballos de carrera me apasionan, siempre me gustaron, pero no pude dedicarme a ellos mientras jugaba profesionalmente. Compré los primeros en 2014, cuando ya estaba cerca de mi retiro. Desde entonces me convertí en un fanático de cada aspecto de la hípica”, comentó el exarquero de Vélez en una entrevista con Infobae en 2024.
Sessa tiene hoy un estilo de vida muy distinto al de aquella época. Vive más tranquilo, valora la paz del campo y no piensa en volver al fútbol. “Nos encanta levantarnos por la mañana rodeados de animales, siembras, el olor a pasto. Es una calidad de vida diferente, y eso es lo que logramos cuando decidimos mudarnos a Chascomús desde un country en zona sur”, explicó.
En la misma línea, agregó: “El campo me ayudó a tener un retiro espiritual del fútbol, algo que temía porque no sabía cómo manejaría la falta de adrenalina. Toda mi vida fue ‘fútbol y yo’. Tuve mucho miedo de caer en la depresión. Pero irme al campo resultó ser la mejor decisión de mi vida”.