(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Juan Antonio Pizzi dejó de ser el técnico de San Lorenzo. Finalmente, no hubo reunión por la mañana entre el ahora ex DT, Matías Lammens y Marcelo Tinelli. En cambio, la decisión se la comunicó directamente a su representante, Ricardo Schlieper. Con la decisión tomada, no dirigirá el entrenamiento del plantel de esta tarde y volverá a tomar la posta, de manera interina, Diego Monarriz.

La derrota de este miércoles en el Nuevo Gasómetro colmó el vaso y el ambiente en el estadio no era el mejor, incluso desde antes del inicio del partido. Los socios presentes cantaron canciones dirigidas a todos los protagonistas: a los jugadores le pedían actitud y, también, apuntaron contra la dirigencia, más precisamente a Lammens, el presidente del club.

El DT emitió un comunicado donde agradeció a toda la gente que tuvo alrededor durante estos meses en el club. Recordó a su vez su ciclo como campeón en el Torneo Inicial del 2012. De hecho, manifestó que fue uno de sus lindos recuerdos para volver al club. Agradeció al plantel y dijo: "Por mucho que me duela, es el momento de dar un paso al costado".

Pizzi se despide de San Lorenzo, tras cuatro meses en el cargo

Pizzi asumió en junio pasado en el Ciclón, para intentar encauzar su presente: luego de una temporada para el olvido, el DT, con buen pasado en el club, asomaba como una esperanza para volver a hacer una campaña a su nivel.

Si bien el inicio del torneo fue prometedor para el conjunto azulgrana, ya que, a fuerza de un rendimiento bastante sólido y triunfos, se posicionó en lo más alto del torneo; pero varias derrotas lo derrumbaron. Colón y Boca fueron las primeras caídas consecutivas, y a pesar de que luego derrotó a Banfield, lo que siguió no fue una levantada.

En el Nuevo Gasómetro cayó goleado ante Central Córdoba y, en la previa del clásico denotaba una preocupación grande. Huracán, en Parque Patricios, hizo lo suyo y volvió a ganarle luego de una hegemonía cuerva que duró varios clásicos. Ayer, sumó su tercera caída al hilo, y su silencio al suspender la conferencia, fue el primer indicio de su salida.