Martín Palermo habló con Líbero previo al despido de Battaglia, a quien "hay que respetar en el cargo", según dijo el 'Loco'. No obstante, el Consejo de Fútbol decidió despedirlo tras la última eliminación

"Y si te llama Román, ¿te sentarías a hablar para trabajar juntos algún día?", le consultaron al 'Titán'. "Hay que ver", fue lo primero que dijo. Y agregó: "Habrá que ver en el momento en que se quiera hablar conmigo, por qué es. En qué situación se encuentra el club, qué es lo que tienen pensado hacer, cuál es el proyecto. Es cuestión de hablar como para saber si uno es compatible con el otro o no, para así poder trabajar juntos".

Por otro lado, manifestó sus ganas de dirigir a Boca: "Es un deseo. Obviamente lo sueño por el hecho de volver a estar en el club, de volver a trabajar desde otro lugar. Poder trabajar y hacer lo que a mí me gusta. Seguramente llegará ese momento de cumplir ese deseo", confesó.

Cuando se le consultó sobre los dos fallos desde los doce pasos de Darío Benedetto, aseguró que "desde el apoyo, desde el respaldo... a no mucho más. Porque a veces uno como que no quiere que le digan muchas cosas en el momento. Es como que querés hacer tu duelo, tu momento de lo que te pasó, de lo que viviste, de lo que significó lo que le tocó vivir".

Y continuó comparándose con el actual 9, teniendo en cuenta que le tocó fallar tres penales ante Colombia con la camiseta de la Selección Argentina: "Los erran los que los patean. Los que no patean, no los erran porque no tienen la valentía de asumir esa responsabilidad. He visto muchos. En cuanto les miras las caras para ver quién patea, agachan la cabeza y no hacen frente a una situación que es parte del fútbol. Cuando volví de la Copa América, lo primero que me dijo Carlos (Bianchi) fue 'Mirá que conmigo vas a patear los penales'. Fue el mayor respaldo que sentí en ese momento. Después va en uno si se siente seguro, si prefiere dejar pasar un tiempo. Con el Pipa es lo mismo. Si mañana tiene que patear un penal, yo le digo andá y patealo de nuevo", dijo

Respecto a la relación con Román, reconoció que "volví a hablar para pedirle jugadores para Aldosivi y lo más bien", al tiempo que recordó aquel gol con asistencia de Riquelme, el cual festejaron separados: "Fue incómodo ese momento por no haberlo podido festejar con él, por no poder abrazarme con cada uno de mis compañeros. Teníamos distintas formas de pensar, no llegamos a tener una relación de amistad como lo pude hacer y sigo teniendo con Guillermo y Gustavo (Barros Schelotto), con el Pato (Abbondanzieri), con (Diego) Cagna. Con ellos mantengo un contacto más fluido".