El defensor de Boca Juniors, Marcos Rojo, dialogó con los medios luego de la derrota ante River en el estadio Monumental y le bajó la espuma al resultado, al mismo tiempo que fue crítico con el arbitraje de Nicolás Ramírez.

“No creo que estemos en deuda con la gente. Seguimos trabajando, estamos punteros y eso los tiene que dejar tranquilos”, dijo el futbolista “xeneize”.

Por otra parte, también se quejó del arbitraje de Ramírez, al igual que Fernando Gago: “Es la segunda vez que nos dirige este muchacho, pero ya se vio, no voy a decir nada”.

En diálogo con la prensa luego de la derrota, Rojo repitió que el Superclásico “fue un partido parejo” y que “aunque no salieron las cosas porque no encontramos la circulación que queríamos en el medio y nos costaba la salida, en el segundo tiempo tuvimos mucho la pelota y chances para empatar”.

Visiblemente indignado por una nueva derrota en un Superclásico, Rojo aclaró que el plantel tiene que dejar atrás este partido y enfocarse en el fin de semana para “ganar y cumplir el objetivo que nos habíamos propuesto, que era terminar primeros y definir de locales”.

Por último, intentó llevar tranquilidad a la gente “porque vamos a seguir trabajando para ganar el fin de semana y terminar punteros”.

Pese a la derrota, Boca continúa primero en la Zona A con 32 puntos, dos unidades por encima de Argentinos Juniors. En la última fecha, el “Xeneize” tendrá una dura prueba ante Tigre, que marcha cuarto con 25 puntos.

Esta derrota representó un nuevo golpe para Boca, que con Fernando Gago como director técnico cayó hace pocos meses en la segunda fase de la Copa Libertadores contra Alianza Lima, en el que fue uno de los mayores papelones del club en las últimas décadas.