Una derrota de Godoy Cruz en Octavos de Final de la Copa Libertadores ante un elenco brasileño no parecería ser motivo suficiente para que el elenco mendocino se quede sin entrenador. Pero pasó eso. El Tomba perdió contra Gremio y en esa derrota, José Manzur encontró el resquicio ideal para ejecutar la idea que tenía hace tiempo. 
Esa idea era la de desplazar a Lucas Bernardi del banco de suplentes del equipo azul. Es que casi desde su llegada a Mendoza, el ex DT de Newell´s y Arsenal no tuvo “buena piel” con el mandamás. Impuesto por el empresario Cristian Bragarnik, tal como pasó con todos los entrenadores en el último tiempo, Bernardi llegó al Expreso tras una floja experiencia en Arsenal. Algunos buenos resultados, la victoria en el derby cuyano y haber llegado a esta instancia en la Copa, hicieron que el DT se mantuviera en el cargo, pero Manzur “tenía ganas de limpiarlo hace tiempo”, dicen en Mendoza. 
¿Motivos? La personalidad y egocentrismo del presidente, que tras la experiencia con el Gallego Méndez (un tipo que no se calla nada y que tiene una personalidad fuerte) pretendía un entrenador con un perfil más bajo, no tan frontal y hasta incluso más permeable a las observaciones dirigencias, como pasó en otros casos en el Tomba. 
Bernardi nunca aceptó siquiera un comentario de parte del presidente en cuanto al equipo, la formación, la forma de jugar o los planteos. Eso, hizo que Manzur se enojara fuertemente y así, la relación no tuvo vuelta atrás. “Parece que el presidente estaba acostumbrado a que los DT le hagan caso, pero Lucas no es de esos”, se escuchó decir en Mendoza. Cuentan las fuentes mejor informadas, que el principal problema se dio con la distancia entre el DT y el Morro García, delantero idolatrado por la parcialidad tombina y que es debilidad del presidente. 
Sin Bernardi en el banco de relevos, queda esperar a ver quien lo reemplaza. ¿Vendrá de la mano de Bragarnik?