"Lamentablemente, en algún aspecto, algo va a salir dañado", fueron las palabras que utilizó un Coordinador de Juveniles durante una charla con Doble Amarilla y que, en cierta manera, sintetizaron perfectamente el panorama actual. En un momento de incertidumbre como pocas veces se ha visto en la historia, todos han salido perjudicados de alguna forma. El fútbol ha sido uno de las industrias más golpeadas por el coronavirus: desde marzo de 2020, al menos oficialmente, no ha rodado la pelota en la Argentina.

Aunque todos los jugadores se verán perjudicados por un tiempo de inacción que ya es único en la historia del fútbol profesional argentino, no es necesario marcharse lejos para analizar otra problemática que repercutirá con el paso del tiempo. Se trata de la falta de actividad en las categorías juveniles. Y con el fin de conocer a fondo ese terreno, Doble Amarilla se comunicó con 10 referentes de Inferiores de distintos clubes. Las estrategias seguidas, las preocupaciones, las edades que se verán más afectadas, las problemáticas a futuro y la injerencia de la situación económica, algunos de los varios temas tocados.

DESARROLLO DE TRABAJOS EN CUARENTENA: ENTRE EL ZOOM, LA PSICOLOGÍA Y LA NUTRICIÓN

La incertidumbre obligó a planificar sobre la marcha. Así lo dejaron claro los 10 especialistas que hablaron con Doble Amarilla. Uno de los nombres que más hincapié hizo en ese punto fue Miguel Gomis, coordinador general de juveniles de Racing. Al arrancar sin saber cuánto tiempo podía durar la falta de actividad, se le dio un plan de trabajo a cada jugador. "Cuando se prolongó, empezamos a hacer un trabajo diario de tres reuniones de 40 minutos por Zoom. Trabajo físico y técnico, según lo que tenía a disposición cada chico. Trabajamos mucho lo físico y lo técnico-individual, para mejorar pierna inhábil, cabeceo, todo según los espacios disponibles y en base a gestos", aseveró.

El inconveniente es que son muchos los juveniles que no poseen computadora o no tienen buena señal de internet. Y en algunos casos, ni siquiera internet. "En esos casos, les pasamos un plan de trabajo a través del celular. El 99,9% de los chicos tienen celular. Los que podían pasar, nos pasaban una filmación de los trabajos que hacían. Y otros, fotos. Medianamente, los podíamos controlar. Había chicos que tenían muchísima dificultad para conectarse, pero mandaban fotos. La intensidad del ejercicio, al hacerlo solos, no era la misma. Lo hemos comprobado. Los que se pudieron conectar después de un tiempo, nosotros notamos que tenían un nivel mayor de cansancio con respecto a los que venían entrenando por Zoom. Ahí hay un inconveniente", enfatizó.

El otro gran aspecto a administrar fue la contención psicológica de los jugadores. "Creamos el Departamento de Neurociencia y Psicología. Los chicos venían a un ritmo importante de actividades y entrenamientos y, de repente, tenían que quedarse adentro y quedaban afectados emocionalmente. Trabajamos mucho en ese aspecto. Y en neurociencia, trabajamos visión periférica, concentración, el error como parte del juego", marcó Gomis.

Fernando Berón, director técnico de la Reserva de Independiente, le contó a Doble Amarilla que los entrenamientos se dieron por Zoom de lunes a viernes: una parte con preparador físico y otra con entrenadores. "Hemos hecho charlas con nutricionistas, psicólogos y distintos profesionales que pueden dar una mano. Hay chicos que no tienen computadora o datos, esos tienen que seguir la rutina de entrenamiento, se filman y mandan video. De 33 jugadores por categoría, se conectan al vivo del Zoom aproximadamente 25", explicó.

Fernando Kuyumchoglu, coordinador de juveniles de San Lorenzo, expresó a este medio que se realizaron charlas con ex jugadores, gente del club y fútbol juvenil. "En el camino, también fuimos viendo que había problemas económicos entre los padres de los chicos y empezamos a trabajar con bolsas de comida que el club nos iba dando. Siempre tratamos de buscar la manera de mejorar todo", señaló.

Respecto a los entrenamientos, Kuyumchoglu manifestó que se les pedía a los jugadores que estén conectados una o dos veces por semana. "En las categorías grandes, costaba un poco más que se conecten y había muchos problemas. Siempre tratábamos de estar conectados telefónicamente con ellos, pedíamos que se filmen entrenando los que no podían conectarse", agregó.

Pedro Larraquy, actual Secretario Técnico de Divisiones Inferiores de Vélez, marcó que prácticamente todos utilizaron el Zoom. "En principio, se entrenan todos los días las categorías, durante una hora y media, desde su casa y el lugar que tengan disponible. No fueron tantos los problemas de conectividad", aseveró.

Hugo Donato, quien coordina el fútbol juvenil en Banfield, hizo especial hincapié en el plano nutricional y psicológico. Expresó que hubo muchas charlas personales con los chicos, porque varios se vieron afectados por el parate. "Nuestra nutricionista habló mucho de la deshidratación, en que tomen mucho líquido. En el club queríamos darles una buena alimentación, pero capaz en sus casas comían lo que podían. En la institución tratamos de reforzar a aquellos chicos cuyos padres perdieron trabajo y tenían dificultades para tener un plato de comida en la mesa", marcó.

Uno de los problemas más grandes que se encontró en lo psicológico fue el peso de la pérdida de la rutina. "Los jugadores se levantan y se preparan en la semana, van pensando si los van a citar o no, si pueden subir y pelear un puesto en Reserva. El jugador de fútbol se levanta por y para este deporte. Hay que descansar bien, desayunar bien. Cuando no tenés compromiso, el jugador va a pensar para qué se levanta a una hora. O por qué come a tal hora si puede comer más tarde. Se arma un desarreglo enorme. Por eso tenemos que acompañar a los jugadores, la verdad que fue muy duro", explicó Donato.

Lucas Rodríguez Pagano, coordinador general de Inferiores de Lanús, se refirió a la adaptación obligada y a la necesidad de distraer a los chicos. "Está el Departamento de Psicología que trata de incentivar y estar encima. Siempre hay maneras de activar a los jugadores, se hace difícil para ellos como también para nosotros", expresó.

Por otro lado, destacó el rápido accionar de los directivos en los casos de jugadores sin Wi-Fi o con problemas para conectarse a las sesiones en Zoom. "Casi todos se pueden conectar o hacen un esfuerzo para tratar de estar, pero siempre pasan cosas. En eso, el club trabaja mucho en lo social para intentar colaborar con alguna situación que pase", marcó.

En Rosario, particularmente en Central, el coordinador general de las Divisiones Inferiores, Hugo Galloni, también explicó que los manejos fueron variando en relación a cada momento de la pandemia. "Al principio, al no poder salir, era todo individual vía Zoom o mandar el trabajo a través de mail, WhatsApp o datos. Uno se centró en los chicos con dificultades, porque el fútbol tiene distintos niveles sociales y problemas", contó.

"Teníamos chicos viviendo en la casa club que son de Rosario y que tenían problemas para alimentarse, descansar y comer. En ese aspecto, el club está muy bien ordenado. Hay gente especializada, más psicólogos. Se les ha llevado bolsones de comida y se ha visitado a chicos que no tenían posibilidad de conectarse. Se buscaba la manera de hacerles llegar lo que tenían que hacer. Casi todos los chicos estuvieron entrenando, se las ingenian para ir a lo de un pariente o un vecino y entrenar", completó.

Enrique Borrelli, coordinador de Inferiores de Newell's, destacó el sostén de los padres y subrayó que no se pensó que la pandemia iba a durar tanto tiempo. "Empezamos con trabajo remoto y tuvimos pautas de objetivos. Así fue por varios meses, hasta que notamos que muchos futbolistas se sentían cansados. Por ende, dimos unos días de descanso y luego se volvió a trabajar de la misma forma. También los chicos salieron a correr por su cuenta de acuerdo a los permisos. Diseñamos trabajos para casas tanto grandes como chicas, para que cada cual pueda adaptarse a sus condiciones", explicó.

A su vez, Nicolás Olmedo, actual encargado de las Divisiones Inferiores de Godoy Cruz, subrayó el costo de mantener a los jugadores motivados con el correr del tiempo. Los entrenamientos se desarrollaron por Zoom y apuntó que "90% de los chicos se conectaron durante las primeras semanas". "Se notaba el entusiasmo y después se empezó a caer. Han surgido problemas con la conectividad, hay chicos del interior de Mendoza y no tienen buen internet. En esos casos, se mandaban los trabajos por WhatsApp y luego los chicos hacían videitos cortitos por WhatsApp. Después había una semana o dos de descanso, con entrenamiento libre y sin conectividad", marcó.

Hermes Desio, ex coordinador general de las Selecciones Juveniles de AFA y actual del fútbol infanto-juvenil de Talleres, le comentó a Doble Amarilla que se alternó entre trabajos y descanso para los jugadores. "Hubo un momento en el que le dije a los profes que dieran descanso y vacaciones, porque al principio nadie entendía nada y todo el mundo pensaba que volvíamos en 10-15 días o un mes y no pasó", expresó.

"En lo nutricional, siempre dije que me iba a alegrar si venían más gordos antes que más flacos. Es decir, con todo lo que está pasando, me pongo contento con el chico que pudo alimentarse antes que preocuparme, porque pudo haberla pasado mal. Obviamente que fue un tema que desbordó, porque se inició de una manera, hubo vacaciones y ahora nada", relató.

Por último, Desio manifestó que muchos jugadores no se conectaron al Zoom para evitar mostrar su entorno"Obviamente no se los obliga a nada. Es un momento en el que hay que entender más que preocuparse por lo físico. Hay una parte cognitiva que es la más importante. Hoy se confía en los chicos, si decían que les daba vergüenza, nos comentaban y listo", señaló.



EL PRESENTE Y FUTURO DE LAS JUVENILES

Dentro de las varias charlas que tuvo Doble Amarilla con los coordinadores, ningún tema tuvo mayor coincidencia que el análisis con respecto al futuro de las divisiones juveniles. La frase se repite con tono de lamento y deseo de solución: "hemos perdido un año y es demasiado tiempo". Más allá de aspectos individuales que hayan podido mejorarse, los momentos de competencia y trabajo de campo no pudieron desarrollarse en ningún momento, lo cual ocasionará un lógico peor rendimiento. Tampoco hay dudas sobre qué categorías van a verse más afectadas: las 1999 (debían firmar primer contrato en junio y se postergó a diciembre) y 2000 (deben firmar a mediados del año que viene).

Según le explicó Gomis a Doble Amarilla, muchos jugadores pueden quedarse libres "sin poder defenderse en una cancha". "Tendremos que decidir con lo que vimos el año pasado, el club no le puede hacer contrato a todos", completó. Para evitar esa situación, el coordinador de Racing contó que planteó crear una nueva división llamada Tercera Especial para abarcar a todos los jugadores de las categorías que no llegaron a ser evaluados correctamente.

"A todos los clubes les va a ocurrir lo mismo: en Cuarta, a nosotros en Racing, se nos van a juntar 56 jugadores entre categorías 2001 y 2002, sin contar los 2000. Ese es otro de los temas que nos preocupa mucho. La lista de buena fe de Cuarta es de 40, nos sobran 16. Y a esos 16 los vamos a tener que evaluar sin haber jugado ni competido en todo el año. Sería muy injusto dejar libres a esos chicos sin siquiera haber tenido la oportunidad de haber entrenado correctamente", puntualizó.

Berón le agregó a Doble Amarilla que, en el caso de Independiente, fueron entre 52 y 55 los jugadores que no pudieron desempeñarse. "Creo que el problema más grande va a estar en las categorías 1999, 2000 y 2001 por el embudo que se hace arriba con la cantidad de jugadores", explicó.

Kuyumchoglu remarcó que la vuelta va a estar complicada "porque van a haber muchos chicos que, durante el año, no pudieron hacer nada. O que hicieron lo que pudieron en espacios reducidos. La realidad es que va a haber una falencia técnica y psicológica en los chicos, al menos al principio. Va a costar la adaptación", apuntó el coordinador de juveniles de San Lorenzo.

Algunos hablan de una generación que puede perderse por el coronavirus. Larraquy considera que nada podría estar más lejos de la realidad. Pese a un tiempo obligado de "reordenamiento", el secretario técnico velezano manifiesta que los jugadores van a volver a los entrenamientos sin ningún tipo de inconveniente. "Tendremos que tener una pretemporada larga para ir solucionando los problemas que vayan surgiendo", subrayó.

Donato, por su parte, aportó que no considera que haya problemas en chicos de temprana edad, como Novena o categoría 2006. No obstante, sí resalta los inconvenientes en Cuarta y Quinta, "donde estaban esperando la oportunidad de demostrar para qué están luego de un largo proceso de juveniles. Sacando a jugadores como Agustín Urzi o Julián Carranza, hay chicos de categoría 1999 y 2000 que están en Reserva y esperaban un último empujón para ver para qué estaba la cosa. Esos chicos perdieron ese tiempo y no lo recuperan más", sentenció el coordinador de Banfield.

A su vez, subrayó un aspecto fundamental: los ascensos de categoría. De hecho, a día de hoy, no está definido cómo se dará la escalada entre una división y otra. "Este año ya está perdido, pero el año que viene, los chicos de la categoría 2007 entrarían en lo que sería Novena y dejarían de ser Pre-Novena. Por el ascenso, si se sigue dando, en una división se pueden juntar tres categorías. Hay una problemática que hay que resolver", marcó.

Donato, que además es parte de la Comisión del Fútbol Juvenil de la Liga Profesional, sintetizó que "lamentablemente, en algún aspecto, algo va a salir dañado". "Si nosotros hacemos el ascenso de manera normal, a la categoría 2000 la estamos dañando mucho porque hay muchos jugadores en Cuarta División. Algunos planteaban hacer una Sub-20 paralela al campeonato de Reserva. Pero lograr una Sub-20 es meter una categoría más, un cuerpo técnico más a cada club, más viajes y encarecer mucho más a las instituciones, que hoy tienen que evitar más compromisos económicos", indicó.

"Si no hacemos eso, estamos perjudicando el crecimiento de los chicos, los estamos retardando. Quizá tenemos que decir que este año no hay ascensos: la 2006 se va a quedar en Novena, la 2007 en Pre-Novena. Es tan complejo todo esto que tenemos que buscar una salida, sino lamentablemente alguien va a salir perjudicado. Tenemos que buscar lo menos malo para esta problemática", le explicó a Doble Amarilla.

Galloni, por su lado, consideró que no habrá un empeoramiento en las juveniles, "pero sí un estancamiento". "Lo que uno pueda hacer en su casa o en un parque es un mantenimiento. No se puede entrenar y no se puede mejorar. El que hace deporte, tiene una rutina diaria, exigencia. Si se corta una rutina, no es bueno. Si te toca estar parado una semana o un mes, es una cosa, pero con seis meses... no le hace bien a los chicos. Son muchas cosas que, casi un año, no van a tener los chicos", consideró.

Su par de Newell's opinó en la misma línea, a la vez que agregó que el problema principal va a estar en las pensiones "por los chicos que viven en el interior del país y no pueden estar con su familia, pese a que en el club tenemos todas las comodidades". "Hasta que la vacuna no esté disponible, es difícil que todo funcione de forma normal"decretó.

Por último, Desio señaló que no solamente habrá un decaimiento a nivel juveniles, sino en el plano general. "Un abogado puede perder un año de su vida y puede volver. Lo mismo un arquitecto o un ingeniero. En el fútbol, perdiste un año y lo perdiste. No tiene vuelta atrás, no se recupera más", indicó el coordinador de Talleres. Y sentenció: "No sé si va a desmejorar, pero que va a costar volver y reponer no tengo dudas".
 


FÚTBOL O TRABAJO

Que la situación económica de la Argentina no es buena no es ninguna novedad. De hecho, antes de la llegada del coronavirus, el país ya navegaba en mares turbulentos a diario. Pero lo cierto es que el COVID-19 ha deteriorado mucho más el tejido social. Aunque todavía es imposible conocer las consecuencias reales de la pandemia, no es complicado vaticinar que se vienen épocas muy difíciles.

El fútbol como herramienta y fenómeno social no puede escapar a la realidad. Y demasiado de la situación actual y futura repercutirá en jóvenes que, de un momento a otro, probablemente deban elegir entre jugar y salir a buscar otro trabajo.

"Ya hay chicos que lamentablemente tuvieron que salir a trabajar para darle una ayuda a sus padres. Son varios los que no la están pasando bien, la pobreza se incrementó mucho. Es probable que lamentablemente el tema económico perjudique a muchos jugadores y que los lleve a abandonar por cuestiones económicas. Y porque van a tener que salir a trabajar para poder comer. Hoy ya hay chicos que lo están haciendo", sentenció Berón en diálogo con Doble Amarilla.

Gomis también subrayó que notan que varios juveniles no se conectan porque deben salir a trabajar para cubrir a sus padres, muchos de los cuales forman parte de los grupos de riesgo. "Sabemos que tenemos chicos en divisiones más grandes que son padres y tienen todos estos inconvenientes que creó la pandemia. No tienen recursos, tienen que buscar la manera", expresó.

Dentro de esa obligación de salir a buscar un trabajo, Gomis señaló el importante factor de los muchos chicos que no pudieron ser evaluados para conseguir un contrato y el hecho de que, encima, tanto Primera Nacional como B Metropolitana, Primera C y D están paradas. "Como no se van a incorporar jugadores, va a haber una sangría muy grande en cuanto a chicos que van a tener que buscar otro camino de subsistencia lamentablemente. Esto va a ser así desgraciadamente, quizá ni siquiera los federales o torneos del interior se van a jugar y no van a poder acoger a muchos chicos que no van a tener esa posibilidad", señaló marcadamente compungido.

"No solamente va a ser por la condición de pobreza, sino porque no van a encontrar un espacio por estar todo este año parados. Se cierran muchas fuentes laborales al no haber una competencia en los torneos bajos, como los federales. Se va a sufrir muchísimo", enfatizó Gomis.

Larraquy, por su parte, apuntó que la situación de la Argentina ni siquiera ayuda a pensar en buscar un trabajo en caso de dejar el fútbol. "¿Dónde hay trabajo hoy en la Argentina. Entran en una disyuntiva muy complicada. En otro momento era una realidad: un jugador no se veía para llegar porque el DT decía que no lo iba a tener muy en cuenta y salía a buscar un trabajo y lo conseguía. ¿Qué hacés ahora? Quizá muchos jugadores se jueguen la última carta en el fútbol, porque no creo que la situación del trabajo cambie en los próximos dos años"lanzó uno de los ídolos con mayor cantidad de presencias en Vélez (el máximo hasta 2012, superado por Fabián Cubero).

"Creo que sí, que puede haber un incremento de jugadores que dejen el fútbol profesional. Había muchos chicos que estaban tecleando, viendo si iban a estar o no, si les iban a hacer contrato o no. Hay muchos jugadores que estaban en ese ni. En su momento, teníamos a Nicolás Linares, categoría 1996 y se iba en seis meses. Era contrato o afuera. Lo vio Julio César Falcioni, se le hizo contrato y es un jugador que a la institución le rindió mucho. En categorías 1999 y 2000, van a haber un montón de Nico Linares, en Banfield y en otros clubes. Si no hay ascenso, seguramente esos futbolistas quedarán en la calle", sentenció Donato.

Desde Rosario, Hugo Galloni indicó que "hay muchos chicos que tuvieron que hacer changas porque los problemas familiares son muy grandes. Algunos tuvieron ayudas de un representante o alguien, pero la situación del país no ayuda en ningún aspecto porque tampoco hay trabajo". "La situación socioeconómica que estamos atravesando es muy compleja y la sociedad está empobrecida a raíz de la pandemia. Siempre los argentinos hemos sufrido problemas económicos importantes y sin embargo siempre se supo salir adelante", agregó Borrelli.

Desio, por último, expresó que ya está sucediendo que jugadores dejan el fútbol por salir a trabajar. "Te dicen que tuvieron que dejar porque el padre se quedó sin trabajo, llevamos seis meses de esto y muchos han dicho eso. A otros se los ha tratado de ayudar y a su familia, me saco el sombrero con lo que hizo el club. Hay decisiones personales de los chicos que se ven con desgano. Uno lo que más lamenta es quién toma estas decisiones, se ha perjudicado en muchos aspectos a la sociedad. Un chico con 13, 14 o 15 años que te diga que quiere dejar el fútbol, con lo que le gusta, es porque algo grave sucedió", manifestó.
 


PANORAMA

Las predicciones son poco alentadoras. Con el reinicio del fútbol de Primera a mediados de octubre (por ahora), no se vislumbra una fecha de arranque para el resto del fútbol juvenil. "No veo que pueda haber una reactivación o que cambie mucho esto. Considero que tenemos un año perdido. Ojalá podamos volver en octubre, pero ante la realidad de la cantidad de casos que se ven a diario y el panorama que se ve todas las noches, con mesetas altas o aumento de contagios, uno se desanima y piensa que no se va a volver", expresó Gomis.

"Están regresando algunas reservas, pero como apoyo a las primeras divisiones, por si tienen la desgracia o mala suerte de tener muchos contagios. No creo, por el momento, que se esté pensando en armar un Torneo de Reserva. Va a haber mucho recaudo hasta que empiecen las otras", completó.

Berón expresó lo mismo con respecto al futuro del fútbol juvenil: es muy complicado el regreso hasta que haya una vacuna. "En Independiente, tenemos 230 chicos de Cuarta a Novena que entrenan a la mañana. Hay dos o tres vestuarios, no me imagino esa cantidad de jugadores cambiándose en un vestuario como se hacía antes para poder entrenar. El tema de los protocolos es muy complicado para una sola división, imaginate para 6. Hasta que no esté la vacuna, va a ser muy difícil la vuelta del fútbol juvenil", marcó.

Kuyumchoglu, por su parte, hizo una comparación con la suspensión que se dio en 2009-2010 por la Gripe Porcina. "Por suerte fue algo corto. Con tanto tiempo, los chicos tienen muchas ganas de volver, lo cual nos da una buena perspectiva para el futuro. Vamos a ver si volvemos estos meses o recién el año que viene, ojalá esté pronto la vacuna", acotó.

Para los siguientes meses, Desio aseveró que no ve "nada". "Para los años venideros, ojalá que quienes tomen las decisiones, la tengan un poco más clara y entiendan que la situación es difícil. Que entiendan que los chicos merecen una oportunidad y la gente que trabaja con ellos merece trabajar. No digo que se retome el curso normal, pero que al menos los chicos puedan volver a ilusionarse", manifestó el coordinador de Talleres.

Lo mismo deseó Olmedo, quien coincidió en su visión sobre el porvenir más próximo: "Personalmente, veo incierto el futuro del fútbol juvenil. Veo un futuro sin rumbo por esta pandemia. Lamentablemente, el inicio del fútbol profesional se postergó para mediados de octubre. Del fútbol juvenil ni se habla casi. Tuvimos reuniones con coordinadores de clubes y se mantenía una ilusión, sobre todo por los puestos de trabajo de muchos profes y técnicos".

"Lamentablemente, este año está perdido, porque no creo que se vuelva a competir. Aún sin vacuna, el año que viene puede que no se compita, porque en nuestro caso que somos del Interior, los chicos tienen que viajar para competir y no creo que suceda. Ojalá mañana mismo salga la vacuna, pero por un tiempo largo lo veo complicado", completó.