Entre los tantos temas que formaron parte de la reunión de Comité Ejecutivo de Superliga, hubo dos que tuvieron un claro tinte económico y la misma finalidad: reducir los gastos para intentar aliviar los presupuestos tanto de los clubes como de esta entidad que los nuclea.

El primero tiene que ver con el avance en las negociaciones para evitar el cobro por duplicado de un impuesto en las transferencias a España. Este tema, que preocupa mucho a los clubes de un país exportador como Argentina –y fundamentalmente a River y Boca- mantiene una doble gestión por parte de la Superliga: con el fisco del país europeo y con su par, la Liga Profesional de Fútbol (LPF).

Este tema impositivo, que ya había anticipado DOBLE AMARILLA, genera que desde hace un tiempo las transferencias de Argentina a España tengan retenido alrededor de un 20% por una tasa que pagan tanto en el mercado de origen como en el receptor.

Si bien todavía no hay una definición, ayer Mariano Elizondo informó que las gestiones vienen bien encaminadas y que espera una solución definitiva para el próximo mercado de junio/julio.

El otro aspecto que fue tema en el cónclave de Puerto Madero –con comida en Rodizio incluida- fue la reducción del canon que todos los meses la Superliga le paga a la AFA en concepto de contratación de servicios tales como los diferentes Tribunales, la Oficina de Jugadores y los árbitros.

Esta erogación, que figura en el Convenio de Colaboración firmado por Elizondo y Claudio Tapia en julio de este año ascendía a $14 millones por mes y el 18% de todos los ingresos que tenga la Superliga desde los derechos audiovisuales hasta el naming del torneo, entre otros rubros.

Luego de constatar que el detalle enviado desde las oficinas de Viamonte 1366 sumaba una cifra inferior a lo acordado, AFA y Superliga acordaron en tres reuniones durante enero en bajar a poco más de $10 millones el abono mensual que debe pagar la Superliga por los servicios.