(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Si se trazara una línea de tiempo en la relación Diego Maradona y Juan Sebastián Verón, hay que elegir dos momentos como “claves” para entender lo que hoy sucede, esta pelea abierta, sin caretas, mediante la cual queda claro que ninguno de los dos quiere saber nada con el otro. De un pasado de buena relación y sintonía finísima a este presente en el que, sin duda, no hay punto de encuentro posible.

El primer quiebre hay que ponerlo en el Mundial 2010. Diego, volátil como siempre, pasó de abrirle de nuevo las puertas de la Selección Argentina a Verón, tras la eliminación en Japón-Corea 2002 y de pedirle al Monumental que lo aplauda y que no lo chifle a sentarlo en el banco contra México y Alemania, en 8vos y 4tos de aquel Mundial, por una supuesta “fatiga muscular”. Lo cierto es que Diego, que había empezado con Verón como titular ante Nigeria, terminaba no poniéndolo en el cruce de 4tos que marcó la eliminación de la Argentina. 

Al finalizar el 0-4 ante Alemania, Verón declaró lo siguiente: “Maradona es contradictorio en algunas cosas. Me pidió que sea el Xavi del equipo y después no jugué. Te quedas sin jugar y eso duele”. Primer quiebre a una relación que había sido muy buena desde mediados de los ’90, cuando ambos compartieron equipo en Boca, cuando el platense empezaba su carrera y Diego estaba en sus últimos años como jugador. 

El siguiente capítulo fuerte tuvo lugar en el Partido por la Paz, en 2016. En aquel año, Diego buscó arrimarse a la conducción de la AFA, a través de una buena relación con Gianni Infantino y con Primo Corvaro, el emisario que mandó la FIFA para levantar el Comité de Regularización del Fútbol Argentino. Diego soñó con presidirlo y quedarse con el control del fútbol argentino post-Grondona. Sin embargo, entre otros, el Presidente de Estudiantes de la Plata se opuso firmemente a que eso suceda y “tejió” para impedirlo. ¿Quién era? Nada más y nada menos que Juan Sebastián Verón. 

Diego salió por los medios a liquidarlo: “A mi me traicionó. Como lo hizo con Casillas y Baggio. Ahora se hace el dirigente, el presidente, con él no quiero saber absolutamente nada. Ni con él ni con el padre”. Verón respondió con la misma virulencia: “Si nos vamos a poner a tomar lo que dice Maradona, yo no le doy relevancia, es poco serio”.

Días después llegó “El Partido por la Paz 2016”, jugado en el Olímpico de Roma. Allí se cruzaron en la mitad de la cancha al finalizar el primer tiempo y Diego lo encaró: “Yo no te bouldeo Bruja, te digo las cosas en la cara boludo”. En el post-partido, la prensa quiso saber de qué se trataba. “Niente” ("Nada"), respondió, seco, Verón cuando le consultaron por la pelea. 

Ahora, años después, con Maradona cómo DT de Gimnasia de La Plata, el caldo de la pelea se reaviva. Verón estuvo abiertamente en contra que Gimnasia le haya abierto las puertas a Diego. Y Diego, tomó el lugar pensando en que podría intensificar el problema. Quedó claro en el video del “Diez “ que se viralizó en su momento, previo a asumir: "A toda la gente del Lobo la llevo en el corazón. Y ustedes saben, que hay una yunta en frente, que me tiró de los huevos para abajo. Y yo esa, no se la perdono a nadie". Por supuesto, haciendo referencia a lo ocurrido en 2016, cuando Verón operó para que Diego no ganara protagonismo en el escenario del fútbol argentino. 

La Plata estará al rojo vivo con el duelo Gimnasia-Estudiantes, pero también con un nuevo capítulo de la pelea Maradona-Verón. No será un clásico platense más, hay mucho en juego y egos que alimentar...