Cuando el contexto actual favorece a Boca para que haya tranquilidad en el ámbito futbolístico, otro episodio de mala conducta sacude al plantel que lideran los hermanos Barros Schelotto. Atrás quedaron los episodios de indisciplina de Ricardo Centurión y el escándalo en las redes sociales de Pavón y Silva, pero este martes una nueva mancha convirtió a la práctica de Boca en la noticia del día.

Durante un partido entre titulares y suplentes, Pablo Pérez le pegó un patadón al juvenil Tomás Fernández y Guillermo decidió expulsarlo de la práctica. Incrédulo, el ex Newell's se retiró de la cancha rumbo al vestuario y se marchó del predio mientras sus compañeros seguían entrenándose.

Unas horas más tarde, en diálogo con Fox Sports, Pérez se disculpó y dio sus argumentos sobre el exabrupto con Fernández en el entrenamiento: "Fue una jugada normal, si se pueden evitar estas cosas, mejor, pero estás a 200 en los entrenamientos". Su explicación de la jugada fue totalmente sincera: "Viene un chico y te encara 50 veces. No lo podías parar. A la segunda le metí una patada. Me pasó de calentón, de viejo cascarrabias".

Por último, contó el motivo del enojo de Gustavo: "Fue porque no les gusta que nos peguemos en los entrenamientos. No fui a lastimarlo. De duro no salí rengo pero me dolió más a mí que a él porque lo agarré con la canilla".

Los antecedentes de Pérez no son los mejores, aunque las críticas le caen por pegarle a los rivales y no a los compañeros. Desde que llegó a Boca, Pérez lleva 35 amarillas y una sola expulsión en 76 partidos.