La Bombonera quedó otra vez en el ojo de la tormenta justamente tras una intensa lluvia que afectó a todo la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, Boca no pudo disputar su partido frente a Newell's Old Boys por el anegamiento de su campo de juego.

Lo cierto es que si bien, el agua caída a lo largo del día fue mucha, este domingo se disputaron varios partidos de la Primera División e incluso la final por el ascenso a la Primera B entre Dock Sud y Berazategui no muy lejos del estadio del Xeneize. 

Cabe recordar que el pasado 8 de agosto, el 'Xeneize' enfrentó a Argentinos en un contexto muy similar, finalmente se jugó y terminaron 1-1. En ese entonces, las diferentes patas del club coincidieron en poner manos a la obra urgente y, por ende, no jugar en su casa hasta fin de año. Ante ese potencial escenario y con el regreso del público próximo, el Consejo de Fútbol presidido por Juan Román Riquelme y la dirigencia comandada por Jorge Amor Ameal desistieron aunque llegaron a realizar averiguaciones para mudar la localía a otro escenario por cinco meses.

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Con respecto a este tema, Jorge Bermúdez dijo: "Lleva la cancha mucho tiempo que se le haga el trabajo adecuado para solucionar este problema y estamos comprometidos en hacerlo, es un trabajo que debió planificarse hace tiempo, más de 20 años la cancha tuvo que haberse hecho este trabajo y no se hizo".

Este es un problema que a Boca le aparece con frecuencia y no termina de solucionar. Se puede recordar cómo los empleados ya se habían esforzado en 2016, en la previa a aquella inolvidable semifinal perdida ante Independiente del Valle por la Copa Libertadores, para mejorar el sector del campo que está cercano a la platea preferencial: era una costumbre de esos años observar la acumulación de barros y pozos ante las precipitaciones intensas.