Fue un fin de semana inolvidable para Gustavo Costas. Quería más que nadie obtener su primera victoria como entrenador de Racing en el Clásico de Avellaneda, y lo logró. Con gol de Adrián “Maravilla” Martínez, su equipo se llevó la victoria ante Independiente y desató la locura en su grupo de trabajo.

El entrenador analizó el partido y soltó una particular frase sobre cómo estaba su rivañl durante el cierre del encuentro: "Es un partido que sufrí hasta el último momento, pero solo porque estábamos 1 a 0. Estábamos manejando el partido, tuvimos para hacer dos o tres goles más porque Independiente estaba regalado en defensa y les ganábamos la espalda a la línea de fondo de ellos. De estar más efectivos el resultado hubiera sido más amplio todavía”, sostuvo ante los micrófonos de TyC Sports.

"Son esos días que no querés que se terminen. Quería quedarme en el vestuario de Independiente todo el día. Este partido lo empezamos a ganar el día que perdimos con Godoy Cruz 2 a 0 y la gente empezó a cantar como si fuésemos ganando. Después el banderazo. Los chicos fueron al clásico muy confiados", detalló el entrenador de la "Academia" sobre cómo se vivió la victoria y dónde creyó que el equipo empezó a creer.

Analizando el encuentro ante Independiente, Costas destacó que fue esencial mantener la calma desde el inicio del partido: “Sabíamos que iba a ser un partido difícil. Independiente venía muy bien. Los primeros 15' minutos iban a ser importante sostenerlos, nos costó pero pudimos hacerlo. El equipo tiene mucha personalidad, había que sacarle la pelota y manejarla nosotros". Y agregó al respecto "Ellos marcan mucho en línea y teníamos que aprovechar eso con los movimientos de los dos puntas. Me gustó mucho más el segundo tiempo, el primero fue lindo para los neutrales porque hubo situaciones muy claras”.

Costas llegó a Racing a finales del año pasado, casi de manera sorpresiva. Tras varios nombres en danza el símbolo de Racing tuvo la chance de tener su tercer ciclo como entrenador. Y se nota que lo disfruta: Pensé que nunca iba a volver acá y que no iba a ser tanto el cariño de la gente porque las generaciones pasan y los más chicos que no te vieron jugar ni te conocen. A veces los más jóvenes me abrazan llorando, eso me conmueve. Son cosas que a uno lo van metiendo cada vez más. Este es el desafío más grande y más lindo de mi carrera", relató el director técnico racinguista.

Consciente que aún resta mucho camino por recorrer, el entrenador académico no pierde de vista el gran objetivo de este año: “Quiero que Racing gane algo internacional. Le ganamos a Boca dos copas que eran de un partido. Hoy Racing le puede competir a River y a Boca, no es como en otras épocas. Pienso que tenemos que pegar el salto, esté quien esté como DT. Tenemos que tener la vara alta”, cerró un Gustavo Costas reconfortado tras la victoria ante Independiente.