El fútbol nacional transita una ventana de transferencias muy extraña. Lejos de los grandes pases, el mercado de pases pandémico se ha caracterizado por traspasos poco resonantes, préstamos con opción de compra (abrumadora mayoría) y jugadores que decidieron dejar la Argentina para buscar progreso económico y deportivo en el exterior. Y dentro de los destinos, uno de los más comunes ha sido Grecia.

Hasta el momento, entre Liga Profesional y Primera Nacional, doce jugadores han dejado sus clubes de origen para continuar sus trayectorias en el fútbol helénico: en Liga Profesional, Facundo Bertoglio (de Aldosivi a Aris Salónica), Nicolás Mazzola (de Unión a Panetolikos), Javier Mendoza (de Huracán a Panetolikos), Elías Pereyra (de San Lorenzo a Panetolikos) y Facundo Sánchez (de Estudiantes a Panathinaikos); y en Primera Nacional, Federico Álvarez (de Quilmes a Asteras Tripolis), Sergio González (de Independiente Rivadavia a Niki Volos FC), Lucas Bossio (de Almagro a Niki Volos FC), Rodrigo Colombo (de Independiente Rivadavia a Volos), Emanuel Ibáñez (de Temperley a Niki Volos FC), Hernán Da Campo (de Chacarita a Olympiakos Volos) y Marcos Pinto (de Barracas Central a Panserraikos).

¿Por traspasos? ¿Préstamos de institución a institución? Nada de eso; el 100% de los futbolistas ha partido con el pase en su poder. Se abre un debate obligado entre hinchas de las instituciones que, en cierta manera, "perdieron" su patrimonio. ¿No podía quedarles alguna moneda? ¿Los griegos se aprovecharon de la situación? En cuanto a lo segundo, es claro que sí. Y forma parte de las reglas del juego: el hecho de que todos los futbolistas se hayan marchado a Grecia libres implica que era una condición sine qua non. Es decir, las posibilidades de que partieran a la república helénica eran mucho menores de haber renovado sus contratos.

Respecto a los vínculos con sus clubes anteriores, es evidente que las entidades deportivas se han visto obligadas a recortar gastos. Muchas, de hecho, demasiado más de lo que hubieran preferido. Y en ese grupo, casi no hay equipo del Ascenso que se salve. Ese es uno de los motivos que explican la proporción de jugadores que partieron a Grecia: 42% Liga Profesional y 58% Primera Nacional.

¿Es competitivo en lo económico? ¿Cómo se explica que tantos jugadores hayan partido a Grecia y no a mercados como el español, el portugués, el belga, el holandés o el suizo? En diálogo con Doble Amarilla, el representante Ricardo Schlieper, de la agencia Pro Sports, hizo especial hincapié en un simple hecho: salvo Olympiakos, los equipos griegos, enmarcados por una economía endeble, no tienen las condiciones para salir a comprar jugadores. Por eso, tratan de optimizar sus recursos y aprovechar las oportunidades de mercado, en este caso los jugadores libres.

"Hoy es Grecia y mañana podrá ser Portugal. Están llevando muchos jugadores libres que les puede rendir. Vienen a buscar acá, entre otras cosas, porque el jugador argentino es rendidor. Eso lo hace muy apreciado", expresó.

En cuanto a la comparación salarial, los equipos de la máxima división de Grecia pueden equiparse a lo que abona un club de Segunda de España"a un equipo de mitad para abajo en Portugal". "Olympiakos, AEK Atenas y PAOK manejan otros valores, esto aplica a los demás elencos de Primera División. Son sueldos que también paga el Heerenveen de Holanda o un equipo suizo, no el Basilea pero sí otros más chicos", explicó Schlieper.

"Un jugador de Racing gana como un futbolista del Everton o Unión Española de Chile por cómo está el dólar hoy. Todo sirve, esta es la realidad que tiene la Argentina hoy", concluyó.

Juan Dávola, agente de la empresa DG Football, coincidió con el análisis de Schlieper en cuanto a la admiración del mercado griego por los argentinos. "El nivel de futbolistas que van a Grecia hoy por hoy suele ser de Primera Nacional. Un equivalente sería Segunda B de España. En Grecia hay más cupos, pero eso también pasa en Portugal y Turquía. Lo que me parece que acerca argentinos es que son muy negociantes en Grecia. Son bichos y pagan poco, pero ese poco, con el cambio del dólar que hay ahora y con el blue, es neto. Los griegos vieron que había mercado en Primera Nacional y se empezaron a llevar jugadores por poca plata", contó.

Así y todo, los números son contundentes: ese "poco" que ganan los futbolistas en Grecia puede llegar a ser cinco veces superior al monto obtenido en su anterior equipo de Primera Nacional. Imposible de competir"Para el chico, aparte, es un primer paso en Europa. Se juntan esas cosas y el hecho de que, por ejemplo en España, se está posponiendo el inicio de categorías como Segunda B y Tercera, a las cuales podría ir un jugador de Primera Nacional. Ahí no hay mercado", analizó.

"En Italia, por ejemplo, la Serie C no es muy tentadora para los argentinos. También hay un tema con los cupos. Segunda B de España sí, porque es muy competitiva. Después pueden aparecer ofertas de Hungría o Rumania, pero son mercados raros para los argentinos. Por eso no suelen ir allá. Sí a Turquía, pero más jugadores de Primera", agregó Davola.

Heber Marchioni, cuyos algunos de sus representados también continuarán su carrera en Grecia, sintetizó la llegada de jugadores al mercado helénico en una sola expresión: "sentido común". "A los futbolistas con los que trabajo trato de llevarlos afuera por la diferencia que hay en el dólar y el euro. Aparte, en lo deportivo, muchos clubes de Primera Nacional contratan jugadores y no tienen certezas en los formatos. En la medida en que haya posibilidad de que algún jugador se vaya afuera, es un golazo", indicó.

"A aquellos que tengan hijos o que no posean la ciudadanía europea, se les puede complicar. Los que tienen ciudadanía europea o los que tienen la chance de que les hagan contrato a través de la embajada, es un golazo que puedan marcharse, lo veo así", cerró.

En diálogo con este portal, otro representante fue aún más incisivo con la comparación. Un jugador promedio de Primera Nacional puede cobrar entre $100 mil y $150 mil, es decir, entre €1.170 y €1.755 a valor oficial. Si logra rendir a un buen nivel, otros equipos de la categoría pueden buscarlo. "Como mucho, le van a ofrecer $180 mil, que hoy son €2.100. ¿Qué perspectiva puede tener para quedarse acá?", sentenció.

"Se va a Grecia y gana, por lo menos, €2.500, €2.000 o €1.800, con el aliciente de que, si le va bien, puede tener una oportunidad en Primera y ganar otra plata. Esa es la realidad: por eso se van todos, no conviene ni pensarlo", cerró en conversación con este portal.