Es uruguayo, jugó en Boca y sorprende con su trabajo actual: está en una agencia de quinielas en La Paternal
Fue un central aguerrido y querido por los hinchas "xeneizes". Luego de una gran carrera, se alejó de las canchas de manera definitiva.
La historia de Richard Edunio Tavares es una historia de superación. Era un defensor central recio, con el ADN “charrúa” incrustado en las venas. En sus años de juventud pasó por varios clubes del ascenso argentino, hasta que sus buenos rendimientos lo llevaron a jugar en Boca. Hoy, ya retirado del fútbol decidió dejar esa etapa atrás y administra su propio negocio.
Luego de colgar los botines, el uruguayo lleva una vida completamente diferente. Tavares no tiene intenciones de volver al mundo del fútbol, ya que está muy satisfecho con su estilo de vida que lleva. Hace tiempo obtuvo el título de director técnico, pero descubrió que no era su verdadera pasión, lo que lo llevó a distanciarse del césped y del fútbol.
Tras sus años como jugador en México, Tavares decidió volver a Argentina y encontró nuevas formas de ganarse la vida en el mundo empresarial de las pymes. En la actualidad, vive en el barrio de La Paternal y por las mañanas gestiona una agencia de quiniela.
Durante las tardes, se dedica a atender una tienda de repuestos para automóviles situada en la zona de Warnes. Aunque su vida ha cambiado significativamente desde que se retiró del fútbol profesional, Tavares disfruta del anonimato, la paz y la rutina de su día a día.
El paso de Richard Edunio Tavares por el fútbol
Nació futbolísticamente en Montevideo Wanderers y le valió el pasaje al Ascenso argentino. “Desde que me fui a los 14 años, una sola vez volví a mi lugar de nacimiento.Yo me siento un argentino más”, rememoró en Infobae.
Comenzó su carrera en el país en All Boys en 1983. Luego, pasó por Racing de Córdoba, Chaco For Ever, Sportivo Italiano, hasta que le llegó la gran chance de ir al ”Xeneize".
Jugar en Boca no fue una tarea sencilla para Richard Tavares. Aunque era un defensor central fuerte, confiable y con un buen juego aéreo, el uruguayo no logró ganarse un lugar en el equipo. Según Tavares, llevar la camiseta azul y oro conlleva desafíos únicos y presiones intensas, lo que hace que no sea fácil estar a la altura de las expectativas.
A pesar de las dificultades, Tavares tuvo su debut en 1987 en un partido amistoso en Mar del Plata contra River, donde se ganó el cariño de los hinchas por su entrega en el campo, en línea con el estilo combativo del equipo de La Ribera. Aunque no es sencillo participar en un Superclásico, un dato interesante sobre Tavares es que nunca perdió un partido contra el rival de toda la vida.
En 1989, su etapa en el “Xeneize” llegó a su fin, acumulando un total de 84 encuentros y marcando 3 goles. Tras su paso por Boca, Tavares pasó a Quilmes y luego continuó su carrera en el exterior.
Llegó al fútbol mexicano, donde jugó durante una década en equipos como Monterrey, Puebla, Tamaulipas y Veracruz. A sus 36 años, el zaguero abandonó el fútbol producto de una rotura del tendón de Aquiles.