No fue una jornada más la de la noche de anoche para el hincha de Racing, y se notó prácticamente desde la previa del encuentro ante Newell´s Old Boys por la Copa de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).

La pronta eliminación de la Copa Libertadores y de la Copa Argentina, a manos de Boca y Huracán respectivamente, caló hondo en los hinchas del conjunto de Avellaneda y ello se notó desde la llegada al Estadio Presidente Perón para un nuevo encuentro del equipo de Fernando Gago.

El primer lugar donde se pudo medir el clima previo al encuentro ante la “Lepra” para los hinchas de Racing fue en el playón de ingreso al estadio de la “Academia”. Allí se pudo divisar los diferentes humores por parte de varios de los hinchas. Por un lado se vio movimientos de apoyo a la actual conducción, y por el otro lado algunos focos de desaprobación al momento actual del equipo.

Tanto Víctor Blanco, presidente de la institución, como Cristian Devia, secretario general de la entidad, tuvieron cruces con diferentes socios que las adyacencias al estadio. Una situación inédita en el último tiempo en Racing, máxime teniendo en cuenta que falta prácticamente un año y medio para el proximo acto eleccionario en el club.

Envuelto en ese clima previo llegó el micro de Racing al estadio para enfrentar al equipo de Gabriel Heinze, Con mezcla de aplausos con silbidos y algunos murmullos por el momento actual que tiene el conjunto de Fernando Gago. Llegó el momento del precalentamiento y del anuncio a través de las pantallas de cada uno de los futbolistas que iban a ser parte del encuentro, como siempre un termómetro del hincha. Fue allí donde el entrenador tuvo su momento máximo de reprobación al ser nombrado a través de la "voz del estadio" y los silbidos se reprodujeron de manera estruendosa a segundos de la salida del equipo a la cancha,

X de FutbolScan

Cuando Nicolás Lamolina dio el pitazo inicial, las reprobaciones quedaron de lado y el aliento fue permanente con cada uno de los avances del equipo hasta que, consumidos los minutos y viendo que la “Academia” no podía convertir apareció el famoso “Movete Racing, Movete” que bajó de la tribuna para incentivar al equipo a que vaya por más.

Una tendencia que se mantendría durante la segunda etapa, hasta que llegó un momento de paz dentro de lo que fue el clima del Cilindro, Fue el gol de Jonathan Gómez para romper el cero en el Presidente Perón. A partir de la explosión por el tanto convertido por el ex Rosario Central, las aguas se aquietaron. 

Pero el entrenador se tenía guardado una carta que rompió con la tranquilidad del Estadio. Cuando Gago dirigió su mirada hacia la posición de Maxi Romero, y éste procedió a quitarse la pechera, el sector de populares que estaba por detrás del banco de suplentes estalló en murmullo. Lo que hizo que todo el estadio tomara conciencia de que iba a llegar el delantero, de paso anterior por Vélez y por el cual Racing invirtió cerca de U$S 2,7 millones por la totalidad de su ficha, y con actuaciones que habían decepcionado en el último tiempo.

X de Racingmaníacos

En el momento del ingreso del delantero fue donde también el foco de la reprobación de los hinchas fue a parar hacia el técnico de la “Academia” por la decisión, no obstante el clima sería tranquilo. Hasta que, llegado casi el epílogo del encuentro, llegó el empate de la "Lepra" y los murmullos se multiplicaron por montones en la tribuna.

Comenzó a sonar el “A ver si entienden todos los jugadores” y “a ver si entienden todos los dirigentes”, canto habitualmente designado para momentos más calientes que los que está viviendo por estos días, pero que obviamente responden a una actualidad de un equipo que no pudo conquistar el cariño de su gente aún.

Pero el destino le tenía un guiño final al plantel de la “Academia”, conmovido por el error de Gabriel Arias que terminó derivando en el gol visitante. Y llegó con la explosión posterior, con el tanto de Gastón Martirena que le aseguró la victoria a Racing en la última jugada del partido. Un grito de gol con mucho de bronca y algo de descarga para los hinchas de Racing. Festejado también desde el banco de suplentes con un apoyo importante para con el arquero neuquino, quien aún estaba reprochándose del error por el cual había permitido la apertura del marcador para la “Lepra”.

Así fue como Racing se fue despedido con un Gago que osciló entre algunos aplausos y aprobaciones con algunos silbidos y murmullos. Además, una parcialidad cercana al túnel que gritaba a viva voz por su salida de la institución. Todo en un contexto en el cual Racing sigue siendo el puntero y mantiene el invicto en su zona en la copa de la liga. 

Veremos qué capítulo tendremos de esta historia dentro de 10 días, cuando la “Academia” sea local nuevamente y, ni más ni menos, lo haga en el clásico de Avellaneda ante Independiente. Un partido que puede significar un antes y un después en el ciclo del actual entrenador de la Academia al frente del equipo