Las medidas restrictivas tomadas por Alberto Fernández debido al aumento exponencial de casos de COVID-19 en el país generaron preocupación en el mundo del fútbol. Por tal motivo, Doble Amarilla dialogó con cinco de los principales dirigentes de los clubes de la Liga Profesional de Fútbol, quienes brindaron su testimonio al respecto. Todos coincidieron en dos posturas: que el deporte está en condiciones de seguir debido al cumplimiento estricto de los protocolos y que una nueva interrupción provocaría el colapso financiero de las instituciones.

Nicolás Russo, presidente de Lanús, manifestó que parar el fútbol generaría “un problema muy serio para los clubes”. “Hubo tres ejes fundamentales para poder atravesar el 2020: la televisión siguió pagando todos los meses y dudo que esta vez vuelva a ocurrir; el Gobierno Nacional asistió con el ATP (Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción), cosa que dudo que vuelva a ocurrir por lo económico y, por último, UTEDYC, los empleados que tienen las instituciones. El gremio tuvo una reacción muy buena y ayudó pese a que los clubes hicimos un esfuerzo enorme que incluyó quitas salariales. Hoy es al revés, les tenemos que dar un 30% de aumento”, explicó.

Por otro lado, destacó que la actividad está en condiciones de continuar porque se tomaron todos los recaudos necesarios: “En el fútbol profesional los protocolos son claros, están dadas las condiciones de seguridad y la inversión para que esto ocurra, desde que cada jugador puede trasladarse con su propio vehículo. Al venir solos no hay riesgo de contagios. Las prácticas se realizan en grupos reducidos, no se utilizan vestuarios; evitar las concentraciones dentro de lo posible. Estoy convencido de que estamos en condiciones de seguir”.

El vicepresidente de Rosario Central, Ricardo Carloni, manifestó que el deporte debe seguir “salvo disposición contraria del Ministerio de Salud de la Nación”. Opinó que los protocolos se cumplen y que ajustarán más medidas en caso de ser necesario. “Si tenemos que restringir aún más los temas de la gente que va a los estadios, lo haremos”, expresó. Por otro lado, señaló que los contagios no se dieron en las instituciones, sino que “en la vida personal de cada uno”.

Si el fútbol para, creo que el impacto, esta vez, sería catastrófico. Estamos en una crisis profunda desde lo económico-financiero. Los ingresos se han acotado muchísimo y entiendo que otro parate, salvo que haya nuevamente ayuda del Estado, nos haría inviable poder llevar adelante pagos en lo que sea operativo del club y, ni hablar, de sueldos de personal, jugadores y demás”, sentenció.

En tanto, Gabriel Pellegrino, mandatario de Gimnasia y Esgrima La Plata, también se mostró en línea con los demás dirigentes: sostuvo que hay que mantener los controles de la fase 1 y reconoció cierto relajamiento en los cuidados. “Hay que concientizar desde adentro para afuera lo que se había distendido y mantener los cuidados iniciales. Pienso que el COVID-19 no está en las tareas o en los trabajos, menos si son al aire libre. El fútbol tranquilamente se puede practicar con los protocolos que corresponden”, resaltó. Por su parte, comentó que “parar el fútbol sería retroceder”, y afirmó que no solo impactaría en lo económico: “En lo que respecta al fútbol, si paramos, estaríamos parando chicos, educación, porque el fútbol también educa en los cuidados, porque sabe que para entrenar tiene que cuidarse, en la casa lo tienen que cuidar para que juegue. Impactaría muy mal, y no solo en lo económico, también en lo humano”.

Luis Spahn, máximo dirigente de Unión, consideró que “el fútbol debe seguir y debe ser considerada una actividad social por el nivel recreativo que significa para la sociedad, y más si tiene que estar confinada. Creo que es fundamental que continúe”. Luego, agregó: “Creo que un parate en el fútbol sería desastroso a nivel deportivo, económico. No veo por qué deba parar. Hay que recordar que son trabajadores que viven de esto y no se diferencia mucho de otros ámbitos de trabajo, la única diferencia es que brindan un espectáculo”.

El titular de Argentinos Juniors, Cristian Malaspina, remarcó que el fútbol realiza controles semanales a todos los protagonistas y que se trasladan en modalidad de burbuja, “tanto Primera como Juveniles”. “El fútbol es una actividad de muy bajo riesgo de contagio. Obviamente hay casos, pero rápidamente se detectan gracias a los hisopados y se aíslan. Tiene que seguir porque tanto la Liga como AFA hicieron una inversión muy grande para tomar estas medidas”, agregó.

Entre los riesgos que se correría con la suspensión de la actividad, destacó lo económico y también lo formativo. “Sería terrible para la industria parar por lo económico, porque dependeríamos nuevamente de que pague o no la televisión y por la formación, que va a afectar en lo económico. Un chico tiene seis años de formación, ya perdieron un año y este sería el segundo. Los clubes viven de la venta de jugadores, entonces esto va a afectar a la formación, a las ventas y a la formación para la Selección, también es deportivo”, cerró Malaspina.

La ayuda de CONMEBOL

Como anticipó Doble Amarilla en las últimas horas, el fútbol argentino se verá favorecido por la ayuda de la Confederación, luego de que el organismo sudamericano cerrara un convenio con el laboratorio que produce la vacuna Sinovac y se hiciera de 50.000 dosis que repartirá entre las diferentes Asociaciones Miembro para inmunizar a todos los planteles de Primera División bajo la órbita de la Confederación Sudamericana de Fútbol.