River Plate, puntero con 10 unidades de ventaja sobre Talleres de Córdoba, perdió por 2-1 ante Barracas Central, en el estadio Claudio ‘Chiqui’ Tapia. Carlos Arce y Mauro Peinipil anotaron los goles del ‘Guapo’, mientras que Miguel Borja descontó para la visita. Leandro Rey Hilfer fue el juez encargado del partido.

Con este resultado, River continúa como líder de la competición con 50 puntos y Barracas Central cosechó tres unidades importantes para escapar del fondo y llegar a las 27.

Los conducidos por Sergio "Huevo" Rondina se llevaron una histórica victoria sobre River y lo hicieron con total justicia desde lo futbolístico, con un dominio prácticamente completo, de la mano de sus figuras, Iván Tapia en el medio y Bruno Sepúlveda en el ataque.

Barracas Central le hizo sentir la localía en los primeros minutos al conjunto "millonario", que no pudo generar el contacto habitual en el mediocampo y las salidas rápidas en ofensiva. Es que las dimensiones y el estado del campo de juego no estaban para que el equipo de Martín Demichelis desplegase el fútbol que se le vio en otras actuaciones.

Por eso, cuando llegó el cabezazo de un histórico del club como Carlos Arce, que aprovechó a la perfección una pelota parada -apareció solo en un centro-, la sensación que invadió a los presentes fue una sola: justicia.

Los futbolistas de River se hundieron cerca de Franco Armani y descuidaron al hombre local, que ingresó con total libertad para poner el 1-0 ante una volada estéril del arquero del seleccionado argentino. La marca en zona no resultó en este caso.

Barracas continuó con la propuesta de un partido físico, con muchos cortes pero sin faltas cercanas a su área y además le controló las subidas de los laterales y le redujo la circulación de la pelota.

De esta manera, River quedó reducido al pelotazo a las dos referencias ofensivas: Borja y Salomón Rondón. Y en ese plano es que se sintió cómodo el dueño de casa porque tiene el manual de la perfección, a pesar de una distracción que pudo terminar con un gol de Elías Gómez, tras una salida apresurada del arquero Andrés Desábato.

En el entretiempo hubo varias discusiones entre los futbolistas y el cuerpo técnico de River con la terna arbitral encabezada por Leandro Rey Hilfer, sobre todo al sentirse perjudicados por la anulación del gol de Enzo Díaz, en un fino offside, en el que no quedó claro el adelantamiento.

River trató de romper el esquema de su rival con el ingreso de Pablo Solari en lugar de Robert Rojas y la subida de Agustín Palavecino, que se soltó, armando así un 3-3-2-2. Ya con este nuevo sistema, el equipo de Núñez consiguió algo de lo que careció en la etapa inicial: pequeñas sociedades en el último tramo.

Sin embargo, en el mejor momento de River, un tiro libre a favor terminó en una contra de Barracas manejada a la perfección entre Sepúlveda y Facundo Mater, dos de los mejores del plantel de Rondina, y terminó con una definición justa de Peinipil.

Todo parecía en favor de Barracas, que se animó a tirar algunos gestos técnicos con sus atacantes, a sabiendas de una ventaja algo exagerada por el trámite.

Y en ese pasaje, Miguel Borja, ausente hasta ese momento, mostró su categoría de goleador cuando aprovechó un rebote corto de Desábato para poner el descuento.

El final quedó abierto, aunque River empujó más con personalidad que con el fútbol que lo llevó a ser el amplio dominador de la Liga Profesional.

Incluso, con el correr de los minutos el que sostuvo el resultado fue Franco Armani con dos tapadas de lujo.