El duro comunicado que sacó Estudiantes de La Plata sobre el defensor Geronimo Spina (seguirá su carrera en Atlético Madrid) marcó un antecedente único en la historia del fútbol argentino. Es que más allá de las diferencias entre pares, aquí se unieron muchos clubes afiliados a AFA, algunos con un presente similar, en tanto que otros no lo viven ahora, pero alguna vez les tocó.

Lo primero a tener en cuenta es que los jugadores pueden firmar acuerdos contractuales recién a partir de los 16 años, estos denominados “promocionales”, conforme a lo que dice la ley de contratos de trabajo. Deben contar con el apoyo total de sus tutores, al igual que el de su representante como responsable legal. 

Este es un caso bastante habitual en el fútbol local, un verdadero formador de talentos, que a veces ni siquiera se aprovecha en el propio equipo, tal como sucedió en este suceso. 

Un factor importante en este acontecimiento es que el jugador, al ser menor cuando se le ofreció su primer contrato, con la posibilidad latente de emigrar a Europa, con la comodidad económica que eso implica, sabe de sus derechos y de la chance de marcharse libre. Además, por más que el club dueño de su ficha se oponga, FIFA siempre respalda a los deportistas, dándole la posibilidad de trabajar, tal como sucedió con personas que han escapado de la guerra, por mencionar un ejemplo donde se prioriza lo laboral.

Los clubes argentinos, uruguayos y brasileños, que son clubes exportadores, tienen una gran desprotección legal a nivel FIFA. Más allá de que el organismo no puede dar cobertura de todas las situaciones, porque la misma sería tener un contrato profesional firmado. En este caso, una de las partes no tuvo la voluntad de firmar y no hubo contrato. Sin embargo, FIFA debería tener un resguardo para los clubes sudamericanos teniendo en cuenta que son exportadores a Europa, sumado a que son casos cada vez más recurrentes. 

También, los clubes de nuestro país, a través de la AFA y la CONMEBOL, tienen que exigirle a la FIFA que actualice la tabla de derechos de formación. En este caso, que el chico se va a un club de primera categoría de UEFA, que pagan 90 mil euros por año, que es lo que supuestamente gasta un club en formar al jugador. Estudiantes va a cobrar solamente derechos de formación. Esta tabla no se actualiza hace más de diez años y está totalmente desactualizada en los valores.

Esto es lo que se paga de acuerdo a la divisional y a la cantidad de años en los que el jugador formó parte de la institución.

Si se actualizarían los valores, los clubes evaluarían más veces la posibilidad de pagarle el derecho de formación a otro club. Por ejemplo, si el valor sería el doble, Estudiantes no obtendría 270 mil euros, sino 540 por tres años. Sería otra opción para que los clubes sudamericanos tengan otra cobertura con sus jugadores.