Eduardo Domínguez fue uno de los primeros en observar a Javier Altamirano en el suelo desplomado y no dudó en salir corriendo desde el banco de suplentes a pedir a los gritos que ingrese la ambulancia para trasladar al futbolista. 

Minutos más tarde, el entrenador del “Pincha” dialogó con la transmisión oficial y sostuvo: “No teníamos idea de la situación real. Tenemos un pequeño parte. Hubo otra situación en la ambulancia” y sentenció: "La vida va más allá de un partido de fútbol". 

Luego el ex defensor agregó: "Cuando pasan estas cosas hay que dar el ejemplo. Es muy difícil poder moderarte. La familia de Altamirano ya está con él". 

Sobre la situación en sí dio detalles de lo que sabía hasta el momento: "Fue solo la situación. Supuestamente lo estabilizaron. Fue duro. A la salida de acá tuvo otra situación. Los chicos están llorando en el vestuario. Algunos parece que quieren sacar ventaja, pero no es así. En estos momentos hay gritos, corridas y nadie sabe como actuar"

De cara al futuro inmediato, Domínguez sentenció: "Está en buenas manos. Lo único que podemos hacer es acompañar y estar y lo vamos a hacer. Le doy tranquilidad a la familia que está en Chile que está bien, lo estabilizaron y esperamos que se recupere".

Luego, el manager del “Pincha”, Marcos Angeleri, dijo: “Mucho para decir no hay, solo solidarizarse. Lo primero es la salud” y en el mismo sentido que el DT sumó: "Era inviable que el partido continúe. Los chicos estaban llorando y siguen en shock. El médico del club está con él". 

En diálogo con los medios en rueda de prensa antes de viajar rumbo al centro médico el capitán del equipo, José Sosa aclaró: "Más allá del malentendido que no se podía escuchar, agradecemos la paciencia a los árbitros y al equipo rival. Fue una situación muy complicada. Nos ponemos en el lugar de nuestro compañero, su familia y su mujer que está embarazada y estaba en el estadio. Esperemos recibir noticias positivas durante la noche".