Un minuto, sin preguntas y en la puerta del predio que Independiente posee en Villa Domínico. Asi de fría e impersonal fue la despedida de Eduardo Domínguez de Independiente. La derrota ante Racing fue la gota que rebalsó el vaso, pero la falta de resultado deportivos y el desencanto con la política de bajas y altas en el plantel "Rojo" detonó en su salida.

Más allá de los intentos de sus jugadores por persuadirlo en seguir en cargo, la decisión estaba tomada y así lo expresó el ya ex entrenador de Independiente: "Es un momento difícil para mi y para los jugadores. Hoy estuvimos hablando con el plantel y los dirigentes, además de con Rolfi (Montenegro). Le agradezco al club que me abrió las puertas, me sentí muy cómodo".

"Generamos una expectativa muy grande en el inicio, les agradezco a los hinchas por el cariño", agregó el técnico, que asumió en enero de este año.

De cara a futuro, Domínguez reflexionó que "hay que dar vuelta la página. Le agradezco al Rolfi que puso los ojos en mi para confiarme este proyecto. Les deseo lo mejor".

"Me quedo con la sensación de que di todo, aunque no nos alcanzó y no cumplimos las expectativas", concluyó quien dejó a la institución roja. Comienza una nueva etapa en Independiente, y se deberá resolver en las próximas horas los pasos a seguir respecto a quién será el sucesor de quien se despidió en Domínico.