Debido a los disturbios en Mendoza, Quilmes jugará el próximo partido de Primera Nacional solo con presencia de socios. Este miércoles, el encuentro de Copa Argentina ante Boca fue suspendido casi 20 minutos por incidentes provocados por parte de la hinchada del 'Cervecero'.

La medida fue anunciada por Eduardo Aparicio, titular de Aprevide, y aplica para el último partido de la temporada de la Primera Nacional, ante Deportivo Maipú de Mendoza, cruce que aún no tiene fecha confirmada.

"Ya me comuniqué con las autoridades de seguridad de la Provincia de Mendoza para que nos pasen todas las imágenes. Vamos a ir a fondo con los violentos que sembraron el caos anoche. Los vamos a identificar y les caerá todo el peso de la ley", afirmó Aparicio. 

El organismo de seguridad bonaerense comunicó que el presidente de Quilmes, Mateo Magadán, manifestó su preocupación el trato recibido por los hinchas de Quilmes, que fueron retenidos durante 7 horas por la policía mendocina y autorizados a ingresar cuando el partido ya había empezado.

El encuentro estuvo suspendido durante 17 minutos cuando después del segundo gol de los "cerveceros" convertido por Mariano Pavone a los 19 minutos del segundo tiempo los hinchas de este equipo les arrojaron proyectiles a los simpatizantes "xeneizes" que estaban ubicados en uno de los sectores de la platea.

Algunos simpatizantes de Quilmes rompieron las vallas que dividen la popular y la platea, ingresaron y rompieron butacas para tirarlas contra la parcialidad azul y oro y la policía. De estos incidentes quedó como resultado que el jefe de seguridad de Quilmes, Pablo Otero, fue herido en la cabeza con un corte sangrante.