Entre la pandemia y el calendario, el 2020 terminó entregando un año sin Superclásicos, luego de los cinco que hubo en 2018 (final de Copa Libertadores incluida) y de los 4 de 2019 (semifinal de Copa Libertadores). Ahora, el 2021 vuelve a entregar un súper pico. El 2 de enero se jugó el primer Boca-River del año, el 14 de marzo el segundo y este domingo será el tercer Boca-River. Y sí, los tres en La Bombonera.

Los 4tos de final de la Copa de la Liga emparejaron a los dos más grandes en un cruce que promete dejar secuelas y a uno de los dos equipos en semis. Claro, también está pendiente el duelo en 8vos de la Copa Argentina ya configurado pero aún sin fecha (casi seguro será post-Copa América) y habrá un quinto duelo en el próximo torneo doméstico, en el segundo semestre. Pero ojo, porque siempre está latente la chance de un nuevo enfrentamiento por Libertadores y, también, la variable de un cruce extra por el Trofeo de Campeones.

¿Cómo es esto? Boca ganador de los últimos dos títulos domésticos, está en la final. El Millo, subcampeón de la Superliga 2019/20 debería enfrentar a Banfield (subcampeón de la Copa Maradona) para que salga electo el rival Xeneize en la disputa de ese Trofeo que en su primera edición ganó Racing, 2-0 sobre Tigre, en Mar del Plata. Así, podría haber hasta 8 Superclásicos en un año.

Este duelo llega en un momento incómodo

River está en formación, tratando de adaptar las nuevas piezas a la vieja y confiable estructura. Boca está en un proceso de recambio, en el que los pibes tendrán más protagonismo que antes. Ambos, están disputando la Copa Libertadores y, ahora, les llega este cruce incómodo.

Ninguno está seguro en su zona del torneo continental y afrontarán esta semana dos partidos muy difíciles como visitante: el Xeneize visitará al Santos y volverá al escenario del 0-3 que lo eyectó de la Copa pasada. El Millo jugará ante Junior en Barranquilla. El elenco colombiano le sacó la pelota en el primer choque entre ambos y fue un hueso duro de roer.

¿Qué harán Marcelo Gallardo y Miguel Ángel Russo? ¿Forzarán al máximo la máquina jugando con lo mejor que tienen ambos compromisos? ¿O las palabras mix y rotación seguirán apareciendo? En Núñez aparece la buena noticia del regreso de Matías Suárez y Jonatán Maidana, además de los buenos minutos que viene sumando José Paradela, pero está el interrogante de cómo está Enzo Pérez. En Boca, podría estar Edwin Cardona y también el elenco Xeneize recupera a Esteban Andrada. ¿Con qué piezas saldrán a jugar los DT?

Lo cierto es que el Superclásico, como siempre, además de vencedores y vencidos deja heridos y fortalecidos. En este momento del año, el ganador estará en semis de un torneo local y con vida en Copa Libertadores. El que pierda, quedará sólo con la Copa por delante buscando sellar el pasaje a 8vos y con la derrota ante el máximo rival como antecedente inmediato, imprimiéndole el rótulo de "revancha" al duelo por Copa Argentina.

River parece tener más espalda para aguantar el impacto, pero no deja de ser año electoral y van dos torneos que Boca le termina ganando a un River que los peleó hasta el final. Gallardo querrá ganarle a Russo, además, algo que aún no ha conseguido desde que Miguelo llegó al Xeneize.

Para el DT de Boca será la chance de eliminar a River, ahora sí, mano a mano, y encaramarse rumbo a la tercera conquista local consecutiva, algo que matice, aún más la dura derrota ante Santos por la Copa y apacigue la ambición de la Séptima. Como cada vez que se cruzan estas dos camisetas hay mucho, muchísimo en juego.